Este 2018 los jefes de hogares tratan de anticipar sus compras para el próximo año escolar, en un esfuerzo por burlar un tanto los embates de la hiperinflación y la escasez de útiles, problemas que se acentúan a medida que se aproxima el inicio de clases. Desde mayo los caraqueños acuden a los kioscos debajo del puente de la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de la capital, para adquirir los útiles a precios más bajos, muchos no tienen la lista pero adquieren al menos cuadernos, lápices y borradores.
En el kiosco 33, a cargo de Alejandro González se han vendido una gran cantidad de útiles, aunque los precios son tres veces más altos que los del año anterior. Algunas madres y padres ya se han llevado libros que hoy rondan los 20 millones de bolívares, como son los de las casas editoriales Santillana, Girasol y Noriega. El vendedor explicó que todos esos textos, al ser impresos en el extranjero, tienen un costo equivalente al dólar paralelo. Estos precios corresponden al pasado martes 19 de junio, un día antes del aumento de salario decretado por Nicolás Maduro.
La mayoría de los padres y representantes no quieren esperar hasta septiembre, al contrario de lo que solía ocurrir en el pasado, recordó González, quien acotó que los padres que tienen hijos en bachillerato han prescindido de los libros porque, prefieren buscar la información en Internet. “Los que tienen niños en el colegio o preescolar no lo hacen porque ahí aprenden a escribir, sumar y restar”.
Según la Asamblea Nacional, la inflación acumulada en Venezuela en abril de 2018 fue de 80,1%, para un acumulado superior al 800% en los primeros cuatro meses del año.
Revolución para no estudiar
El libro más barato cuesta Bs 2 millones y es un texto de 10 páginas para ejercitar la escritura, pero los de Biología e Historia de Venezuela van desde los Bs 15 millones hasta Bs 20 millones. El precio más elevado es el de las enciclopedias didácticas, que alcanzaron los Bs 38 millones. En 2017, un libro de este tipo costaba 51 mil bolívares, lo que equivale a un aumento de 74.409,80 %.
El salario mínimo en Venezuela, el que percibe al menos un tercio de los trabajadores formales, es de apenas 5,2 millones por mes.
Al negocio de González llegó una mujer con una bolsa llena de cartulinas y foamis, quien gastó siete millones en todos los productos que consiguió para los primeros pasos de su hija, de casi dos años. Tanto la clienta como el trabajador, coincidieron en que la educación en Venezuela se ha vuelto un lujo que le duele a la clase media, y en especial a las bajas.
Una semana después del aumento salarial, los libros se mantenían a los mismos precios, porque eran de un antiguo pedido. Pero se espera que, tras ser entregados los nuevos pedidos, vengan con fuertes aumentos.
Cerca del local hay otro negocio en el que solo comercializan cuadernos y artículos de papelería. El vendedor, quien prefirió no revelar su nombre, solo dio el precio de los cuadernos. “El mediano tres millones 800, el pequeño dos millones y el de cilindros seis millones”. Los demás precios se negó a brindarlos porque suben cada dos días. Tras siete días del aumento de salario, el cuaderno mediano alcanzó los cuatro millones 500 mil bolívares, el pequeño tres millones de bolívares y el de cilindros, siete millones 500 mil bolívares.
Ni para llenar la cartuchera
En la librería Nueva Chacao, ubicada en la avenida Francisco de Miranda no compran libros escolares desde hace dos años por los elevados costos y que además les obligan a pagar de contado por los lotes, no por unidad, indicó Margarita Matos, trabajadora del establecimiento. La mujer comentó que este año a los padres les costará llenar la cartuchera de sus niños, porque artículos como marcadores cuestan Bs 585 mil, borradores grandes Bs 70 mil, un juego de reglas y escuadras Bs 600 mil; lo mismo que un refresco de lata. Un compás, Bs un millón 580, las etiquetas para cuadernos Bs 250 mil, unas tijeras Bs 400 mil, un lápiz Mongol Bs 500 mil y un sacapuntas Bs 700 mil.
Estos precios están atados a constantes cambios debido a la inestabilidad económica del país, y a los constantes aumentos de salario. El más reciente entrará en vigencia el próximo primero de julio, hasta los cinco millones 196 mil bolívares. El salario es totalmente insignificante frente a lo que hace falta para cubrir las compras.
En otro local ubicado en Chacao una cartuchera grande con dos cierres vale seis millones 560 mil bolívares y la más barata, hecha de plástico, un millón 200, cifras muy por encima del salario mensual básico. En este local, los cuadernos están más costosos que en las Fuerzas Armadas, uno de seis materias cuesta 15 millones 200, el cuaderno mediano cuatro millones 700 bolívares y el pequeño dos millones 800. Si su hijo quiere plastificar sus cuadernos con papel contact, estos valen tres millones cuatrocientos el metro. La caja de creyones Kores de 24 alcanzó los Bs 12 millones y otra de la misma cantidad marca Nataray, los nueve millones 120 mil.
Sin embargo, en ambas librerías no se presentaron nuevos precios tras el aumento salarial ordenado por Maduro. Isabel Guillen, vendedora del segundo negocio visitado en Chacao afirmó que, si no aumentaban los precios tendrían que verse obligados a cerrar las puertas.
Para cumplir con una parte de la lista escolar compuesta nada más por nueve textos de estudio, nueve cuadernos, papel contact, lápiz, sacapuntas, colores y borrador, un venezolano debe gastar 234 millones, sin contar otros artículos. Esto si los padres tienen un solo hijo, pero si se trata de dos la cifra cambiaría a 468 millones de bolívares.
Actualidad Laboral / Con información de El Estímulo