La fuerte inflación “no ha respondido” aún a los aumentos de tasas de referencia decididos por el Banco Central de los Estados Unidos, sostuvieron los responsables de la Fed en su última reunión de política monetaria, según extractos de las actas del encuentro de septiembr.
Algunos banqueros centrales destacaron que “actuar demasiado tímidamente sería más costoso que actuar con firmeza”.
La prioridad sigue siendo la inflación y el ajuste de política monetaria debe continuar para contenerla, “a pesar de un decaimiento del mercado laboral” que podría ocurrir. El presidente estadounidense, Joe Biden, le dijo a CNN el martes 11 que, de haber recesión, será “muy ligera”.
Algunos dirigentes de la Fed señalaron, sin embargo, que “considerando el ambiente económico y financiero mundial muy incierto, sería importante calibrar el ritmo de un nuevo ajuste monetario”, para “atenuar el riesgo de efectos adversos significativos sobre las perspectivas económicas”.
Según estas actas, los miembros del comité monetario del Banco Central estadounidense consideraron que, una vez alcanzadas tasas suficientemente restrictivas, deberán mantenerse por un cierto tiempo hasta que la inflación se acerque al objetivo del 2 % anual que tiene el organismo.
La Fed mantiene ahora sus tasas en un rango del 3 % al 3,25 %. El índice PCE de inflación que sigue la Fed mostró una moderación en agosto en la medición a 12 meses, al colocarse en el 6,2 % del aumento de los precios, aunque en la comparación mes a mes, los precios subieron más de lo esperado.
La más reciente reunión del Comité de Política Monetaria (FOMC) aprovechó para actualizar sus previsiones económicas. Ahora prevé un crecimiento casi nulo del PIB en 2022, mientras que en junio esperaba un +1,7 %.
Después prevé un repunte hasta el 1,2 % en 2023, aunque no tan fuerte como el 1,7 % que esperaba en junio para el próximo año. Las previsiones de inflación se mantienen cerca de lo que se esperaba en junio: 5,4 % en 2022 (frente al 5,2 %) para la inflación PCE, antes de ralentizarse fuertemente en 2023, hasta el 2,8 % (frente al 2,6 % anterior).
La Fed privilegia el índice de inflación PCE que se situó en el 6,3 % interanual en julio, según el último dato disponible, frente al índice del IPC, que se utiliza como referencia para indexar especialmente las pensiones.
Aunque el aumento de precios se ralentizó en agosto, gracias a la bajada de los precios de la gasolina, igualmente persiste una presión muy fuerte, con una inflación del 8,3 % interanual en agosto.
No hay remedio sin dolor
Pero esta ralentización voluntaria de la economía es muy delicada, ya que una desaceleración excesiva podría hacer caer a Estados Unidos en la recesión que ya se cierne sobre toda la economía mundial. El mercado laboral de ese país goza de buena salud, pero Powell dijo que devolver la inflación a niveles más aceptables tendrá un impacto en el desempleo y en la economía en general.
“Si queremos volver a un período de mercado laboral muy fuerte, tenemos que dejar atrás la inflación. Ojalá hubiera una forma indolora de hacerlo, pero no la hay”, dijo Powell.
El desempleo es uno de los más bajos de los últimos 50 años y no hay suficientes trabajadores para cubrir todas las vacantes. Por el aumento de las tasas se estima que el desempleo, actualmente del 3,7 %, aumente muy ligeramente hasta el 3,8 % en 2022, cerca del 3,7 % previsto anteriormente, antes de alcanzar el 4,4 % en 2023 (frente al 3,9 % previsto en junio).
La Fed ha recalcado que reducir la inflación es su prioridad y permitir que se consolide implicaría medidas aún más dolorosas para los hogares y las empresas, como ocurrió hace 40 años, tras años de aumentos de precios que a veces rondaban el 15 %.
El Banco Central estadounidense, al igual que sus similares de todo el mundo, está tratando de frenar la inflación causada por las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con la covid-19 y exacerbada por el aumento de los precios de la energía y los alimentos debido a la guerra en Ucrania.
Actualidad Laboral / Con información de Semana