Los humanos y las máquinas están forjando el futuro del conocimiento técnico. Pero no nos engañemos... Nada sería posible sin la intervención de los humanos. Darío Gil, vicepresidente de Ciencia y Tecnología de IBMResearch y uno de los expertos del foro de Fundación Innovación Bankinter participante en el informe La Revolución de la máquinas, advierte de que "los sistemas cognitivos entienden el 80% de los datos del mundo que los informáticos definen como 'no estructurados'. Esto les permite mantener el ritmo del volumen, complejidad e imprevisibilidad de la información y los sistemas en el mundo moderno. Nada de esto implica conciencia o autonomía por parte de las máquinas. Al contrario, consiste en aumentar la capacidad humana de entender y reaccionar ante los complejos sistemas sociales".
Los humanos
Por mucho que las empresas se empeñen en la transformación digital, conviene recordar que pierde todo el sentido sin las habilidades, capacidades y competencias intrínsecas al ser humano. Porque son las personas las que manejan e introducen esos datos que dan vida a las máquinas. La tecnología carece de empatía, capacidad de negociación y del sentido del humor que anima una presentación en público. Para eso sirven los humanos. Esas competencias son las que los hacen únicos para superar un proceso de selección o desarrollar un trabajo. "El ser humano es único en habilidades estratégicas y en las organizativas , así como en las habilidades personales e interpersonales", asegura Andrés Fontenla, director general de Fontevalue Consulting. Noelia de Lucas, directora comercial de Hays, menciona además "la creatividad, la capacidad para generar nuevas ideas y seguir aportando. Una máquina carece de sentimientos y empatía".
La selección
Detectar esas habilidades en el proceso de selección es el punto de partida para el desarrollo posterior del individuo. De Lucas reconoce que "es más sencillo identificarlas en los candidatos con cierta experiencia profesional, porque pueden ilustrarlo con ejemplos concretos. En el caso de los que acceden a su primer trabajo, es sencillo recurrir a sus vicisitudes. Preparar una batería de preguntas es lo más práctico para acertar". Respecto a su desarrollo, Gema Monedero, socia y directora del área de consultoría de Ackermann Beaumont Group, dice que la clave está en el autoconocimiento: "El profesional ha de ser capaz de reconocer dónde están sus oportunidades de mejora, cuáles son sus fortalezas y motivaciones para poder crecer y desarrollarse".
La transformación
Monedero está convencida de que "la transformación digital es un proceso de adaptación de las empresas a un nuevo entorno, el digital, en el que las personas van a jugar un factor decisivo. Esto no va de tecnología, sino más bien de diseñar nuevas culturas y estrategias. Para ello las personas son la clave". Son los profesionales los que hacen esa transformación. Como dice De Lucas, "la tecnología bien utilizada te hace más eficaz en el trabajo". Monedero insiste en que "hablamos de nuevos ecosistemas donde priman aspectos como la colaboración con los clientes, los empleados y otras compañías competidoras incluso. Esto es algo que requiere de esas cualidades intrínsecas al individuo: la capacidad para asumir la necesidad de cambio, los riesgos o gestionar entornos de incertidumbre".
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ctualidad Laboral / Con información de Expansión