08-09-2021

Los eurodiputados están listos para dar su visto bueno a la reforma de la directiva sobre la tarjeta azul de la Unión Europea (UE); cuyo objetivo es facilitar el empleo de trabajadores, altamente capacitados, que provienen de terceros países. Los miembros del Parlamento Europeo (PE) votarán la propuesta en la sesión plenaria de septiembre.


En mayo de 2021, los negociadores del Parlamento y el Consejo acordaron la revisión de la directiva sobre la tarjeta azul de la UE; introducida en 2009, para simplicar la contratación de personas de fuera de la UE. La Comisión propuso la reforma en 2016 y se trata del único cambio legislativo, a nivel europeo, en el campo de la migración laboral legal que tendrá lugar en los últimos años.


Con la tarjeta azul, los trabajadores altamente cualificados de fuera de la UE, tienen derecho a vivir y trabajar en cualquier país de la UE, a excepción de Dinamarca e Irlanda. La reforma de la directiva sobre las condiciones de entrada y residencia contempla criterios más flexibles: como bajar el umbral del salario mínimo que los solicitantes, deben ganar para conseguir la tarjeta azul. Además, amplía los derechos de los beneficiarios y les permitiría una mayor movilidad dentro de la UE, y procedimientos de reunificación familiar más rápidos.


El número de personas en edad laboral de la UE, según el informe Aeing, disminuirá de manera significativa en los próximos años: de 333 millones en 2016 a 292 en 2070. El cambio demográfico repercutirá de manera significativa, en la mano de obra de la Unión.


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La reforma de las normas permitirá a los trabajadores, solicitar la tarjeta azul al presentar un contrato de trabajo con una duración de seis meses como mínimo; en vez de 12 meses, como se recoge en las reglas actuales. Para hacerla accesible a más personas, el salario mínimo del contrato deberá ser de 1 a 1,6 veces el salario bruto anual medio, del país de la UE en el que se desea trabajar. Además, los trabajadores que cuenten con la tarjeta azul, podrán moverse a otro Estado miembro tras cumplir un año en el país en el que se asentaron. Sus familias también podrán acompañarles.


Otro de los cambios contemplados en las nuevas normas es que, a los refugiados y los demandantes de asilo en la UE tendrán derecho a solicitar la tarjeta azul, no solo en el país donde recibieron protección, sino también en otros Estados miembros.


Al reducir los criterios de admisión y fortalecer los derechos de los titulares de la tarjeta y sus familias, el Parlamento espera hacerla más atractiva. Con las nuevas normas, los Estados miembros deberán rechazar las solicitudes de tarjeta azul de la UE y poder retirar o denegar su renovación, si existe una amenaza para la seguridad pública.


Por otra parte, los países de la Unión Europea podrán tener en cuenta la situación de su mercado de trabajo antes de expedir una tarjeta azul de la UE.







Actualidad Laboral / Con información del Parlamento Europeo