La pandemia de Covid-19 ha supuesto la pérdida de 13,1 millones de empleos entre las mujeres de América Latina y el Caribe, debido al retroceso histórico de 5,4 puntos porcentuales en la tasa de participación femenina (46,4%) de la región, según datos ofrecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La tasa de participación laboral de las mujeres registrada en 2020 es la más baja desde hace más de 15 años. Asimismo, la caída en la fuerza laboral femenina se produjo después de décadas durante las cuales se había registrado un aumento constante en su incorporación al empleo remunerado.
Por otro lado, la tasa de desempleo regional de las mujeres en 2020 aumentó del 10,3% a 12,1%, un registro por encima de la media general (10,6%), lo que supone que hasta 1,1 millones de mujeres latinoamericanas entraron en situación de desempleo durante 2020.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de Naciones Unidas, la tasa de participación laboral femenina se situó en el 46% en 2020, mientras que la de los hombres fue del 63%. En 2019, según este mismo organismo, la tasa de las mujeres fue del 52% y la de los hombres del 73,6%.
Asimismo, la institución de Naciones Unidas recoge que la tasa de desempleo femenino llegó al 12% en 2020, un porcentaje que se eleva hasta el 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019.
Los datos de 2020 agravan la situación del empleo femenino en la región, ya que antes de la pandemia cerca de 12 millones de mujeres ya estaban en situación de desempleo. De este modo, a cierre de 2020 alrededor de 25 millones de mujeres están desempleadas o se encuentran fuera de la fuerza de trabajo.
Los datos de 2020 agravan la situación del empleo femenino en la región, ya que antes de la pandemia cerca de 12 millones de mujeres ya estaban en situación de desempleo. De este modo, a cierre de 2020 alrededor de 25 millones de mujeres están desempleadas o se encuentran fuera de la fuerza de trabajo.
"Esta crisis sin precedentes ha exacerbado las brechas de género en los mercados de trabajo de la región, sacando de la fuerza de trabajo a millones de mujeres y anulando avances anteriores", ha alertado el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
En este sentido, Pinheiro ha puesto de relieve el retraso de más de una década en un solo año en materia de trabajo femenino, por lo que ha advertido de la necesidad de recuperar esos empleos y "pisar el acelerador de la igualdad de género".
Impacto de los sectores de servicio y comercio. Estos datos se explican en parte por el impacto de la contingencia sanitaria en sectores como el servicio y el comercio, en los cuales las mujeres llegan a representar el 50% y el 26% de la fuerza laboral, respectivamente.
De acuerdo con el último informe sobre el panorama laboral de América Latina y el Caribe de la OIT, la contracción del empleo en 2020 fue particularmente importante en sectores de servicios como hoteles (-17,6%) y comercio (-12,0%). A ello se le suma la mayor incidencia de ocupaciones informales, las cuales fueron particularmente golpeadas por la crisis en el empleo femenino.
Por otro lado, las dificultades para conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares, en un contexto donde los servicios educativos y de cuidados se han visto muy alterados por las medidas sanitarias, han sido otro duro impacto para la participación laboral de las mujeres latinoamericanas.
Otro punto que resalta la OIT es el incremento en la subutilización laboral, es decir, la situación en la que un empleado tiene una menor actividad laboral de la que desearía.
El organismo ha advertido de que dicho aumento puede generar dificultades para la futura reinserción laboral de las mujeres al mercado laboral, por lo que la crisis económica regional puede "tener impactos permanentes si no se implementan respuestas de política sociolaboral pertinentes".
A su vez, el significativo incremento en la subutilización de la fuerza de trabajo durante 2020 puede también generar mayores dificultades para su reinserción laboral en el futuro. Por ende, la crisis económica regional puede incluso tener impactos más permanentes si no se implementan respuestas de política sociolaboral pertinentes.
"La recuperación de la crisis en el trabajo debe desactivar la amplificación de desigualdades causada por la Covid-19, si queremos lograr un crecimiento económico sostenible con empleos productivos y de calidad", ha apostillado el director regional de la OIT.
Según la OIT las consecuencias de la pandemia pueden extenderse más allá de la crisis sanitaria si no se genera el debido soporte de los sistemas públicos de cuidados (enfermos, ancianos, niños) y el sistema escolar presencial, para que se facilite el retorno de las mujeres al mercado laboral.
"No sólo se requieren políticas que incluyan a las mujeres, sino políticas de recuperación del empleo y los mercados laborales que desde su diseño e implementación tengan una perspectiva de género de modo tal de no reproducir las dificultades que ellas enfrentan para insertarse y permanecer en el mercado de trabajo", ha explicado la especialista regional de empleo de OIT, Roxana Maurizio.
Maurizio ha agregado que el desafío va más allá de recuperar las fuertes pérdidas en materia laboral ocurridas como consecuencia de la pandemia, señalando que "se requiere apuntalar, aún con más fuerza que antes, un proceso que asegure a las mujeres mayores oportunidades de empleo de calidad, formación y acceso a las nuevas tecnologías, reducción de brechas y el pleno cumplimiento de los derechos laborales".
Actualidad Laboral / Con información de Americaeconomía