Petróleos Mexicanos (Pemex) ha dado esta semana el primer paso hacia la expansión. La petrolera ha abierto su primera estación de gasolina fuera de México y ha elegido a la ciudad de Houston (Texas) para posicionar su marca en Estados Unidos. Así, la firma estatal pone en práctica la apertura del sector energético de México tras la aprobación de la reforma de 2013. Este movimiento ocurre mientras Pemex atraviesa uno de los peores momentos financieros de su historia.
El plan de Pemex incluye la apertura de cinco gasolineras en los próximos meses en el sur de Estados Unidos para experimentar la incursión de la empresa en mercados internacionales. La compañía eligió Houston por dos razones: la alta competencia en el mercado de los combustibles en esta región y el origen mexicano de buena parte de los consumidores. “Queremos pasar por la prueba más difícil. Estamos tratando de traer México más cerca de los consumidores estadounidenses”, ha explicado José Manuel Carrera, jefe de alianza y nuevos negocios de Pemex a la prensa local.
La intención de atraer a mexicanos a las nuevas gasolineras se observa en la ubicación de las estaciones en barrios con una importante población latina. Cada uno de los locales cuenta con tiendas de alimentación y establecimientos de comida mexicana, como Taco Shack. Para la apertura de la primera gasolinera, un grupo de mariachis animó a los primeros clientes a cargar combustible en la estación mexicana.
Los propietarios de las nuevas estaciones son empresarios que se han asociado con Pemex para que la petrolera sea su proveedora de gasolinas. Sin embargo, los combustibles que se distribuyen allí son de origen estadounidense, debido a que la firma no tiene la capacidad operativa para refinar todos los hidrocarburos que produce. México importa el 53,8% de la gasolina que se vende en el país.
Para fijar el precio de la gasolina en las estaciones en Texas Pemex se ha ajustado al valor de los combustibles en Estados Unidos. Un litro de gasolina regular cuesta 0,41 dólares (6,96 pesos mexicanos). En México, las estaciones ofrecen este mismo producto por 0,91 dólares (13,57 pesos) debido a que en el país todavía no está vigente la libre flotación de los precios de los combustibles, y también por las cargas fiscales que el Estado ha impuesto a este producto.
Actualidad Laboral / Con información de El País