La automatización de buena parte del mercado laboral conllevará una reasignación de puestos, formación para los empleados menos cualificados y mayores índices de alfabetización digital. No obstante, existen perfiles profesionales que resultarán beneficiados.
Dentro del proceso de transformación digital, los trabajos mecánicos y con menor cualificación son los más propensos a ser sustituidos por los robots. Dentro de ellos, los sectores con más peligro de ser reemplazados por la llegada de la automatización son el transporte, la fabricación de productos, y el comercio, tanto mayorista como minorista. Los estudios apuntan que los varones se verán más perjudicados que las mujeres conforme la IA penetre en el mercado.
Desde el punto de vista de la demanda, la tecnología facilita mucha más información en tiempo real, permite trabajar con nichos altamente especializados y productos adaptados a las necesidades y contextos específicos de targets muy concretos, mientras que ayuda a comprimir los ciclos de vida del producto, expandir la gama de opciones, coordinar actividad manufacturera a distancia o hacer un seguimiento de la logística, la cadena de suministro o la trazabilidad de un artículo, gracias a las bondades del Internet de las Cosas o del Blockchain.
La consecuencia es que los productos y servicios estandarizados de mercado masivo están dando paso a otros mucho más especializados y creativos en una creciente gama de mercados. Las consecuencias afectarán a la naturaleza del trabajo que realizamos, ya que mientras que las máquinas asumirán la realización de tareas rutinarias se incrementarán las labores enfocadas en capacidades humanas como la curiosidad, la imaginación, la creatividad y la inteligencia emocional y social.
3 tipos de perfil profesional beneficiados por los robots
Según en análisis de la Escuela de Negocios de Harvard, estos serán los perfiles beneficiados por la automatización del empleo:
Creadores y artesanos: Esta categoría abarca a todas aquellas personas que puedan anticiparse a las necesidades en constante evolución de clientes individuales y diseñar y entregar productos y servicios creativos y altamente personalizados. En muchos aspectos, veremos el resurgimiento de empresas artesanales que ya están surgiendo en áreas como la cerveza y el chocolate. Estas empresas de artesanía permitirán el resurgimiento de oficios tradicionales como la carpintería, la costura o la orfebrería, permitiendo a los creadores ganarse la vida gracias a una conexión profunda y duradera con los clientes.
Compositores: Personas que entienden profundamente las aspiraciones y necesidades de pequeños nichos de clientes y que pueden componer experiencias atractivas y gratificantes para esas personas. Esta categoría crecerá a medida que los clientes cambien su enfoque de ser propietarios de productos físicos a buscar experiencias significativas y memorables. Estas experiencias pueden variar desde recorridos por galerías de arte o jardines en un barrio local hasta experiencias interactivas que integren el conocimiento digital.
Entrenadores y coach especializado: Aquellos profesionales que ayudarán a los clientes a lograr a exprimir su potencial en diversas capacidades y dominios. Como un indicador temprano, estamos viendo un número creciente de coach y entrenadores de “bienestar” centrados en la salud y el entrenamiento físico, cognitivo y emocional. En el futuro podrían surgir nuevos perfiles en ámbitos dispares como el de las citas y relaciones, viajes, entretenimiento, asuntos financieros y aprendizaje.