El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha anunciado que esta semana enviará al Congreso un proyecto para reformar del sistema de pensiones con el que espera beneficiar a un millón de personas, un "cambio estructural" con el que el mandatario profundiza su agenda social tras la última ola de protestas.
Piñera se ha dirigido a la nación asumiendo que Chile ha sido históricamente "un país ingrato" con sus mayores. "Uno de los grandes temores que acechan a muchos de nuestros ciudadanos, además de la enfermedad o la delincuencia, es no tener los recursos necesarios para enfrentar con dignidad la tercera edad", ha esgrimido.
El plan plantea un alza de seis puntos porcentuales en la cotización por trabajador. La mitad de esta aportación, que se sumará al 10 por ciento actual, irá al cargo del empleador y elevará el margen de ahorro, mientras que se creará un Fondo de Ahorro Colectivo y Solidario financiado con otro 3 por ciento derivado de aportaciones de las empresas y del Estado.
"El Fondo Solidario va a entregar una pensión adicional a aquella financiada con ahorros propios o del Pilar Solidario, a los jubilados actuales y futuros, y va a beneficiar en forma muy especial a las mujeres, a la clase media y a los adultos mayores con dependencia severa", ha explicado Piñera al hablar de esta entidad pública autónoma.
El presidente ha planteado también la apertura de nuevos actores que puedan competir con las denostadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), foco de críticas durante las protestas iniciadas a mediados de octubre y que se cobraron más de una veintena de vidas.
La reforma se suma a los cambios introducidos en el Pilar Solidario y eleva a dos millones el número estimado de beneficiados. Piñera estima que los últimos cambios supondrán para los hombres una subida de las pensiones de alrededor del 20 por ciento, mientras que para las mujeres el incremento rondará de media el 32 por ciento.
Actualidad Laboral / Con información de Americaeconomica