Una película sobre las relaciones de poder en el trabajo se estrenó el viernes en el Festival de Cine de Mar del Plata, uno de los últimos filmes de la Competencia Internacional que se presentan en la recta final del evento cinematográfico celebrado en la ciudad costera argentina. “Planta Permanente”, del director argentino Ezequiel Radusky, cuenta la historia de las amigas Lila y Marcela, dos empleadas de la limpieza que trabajan desde siempre en una dependencia estatal y gestionan un comedor irregular como forma de generar un ingreso extra.
Pero, la llegada de una nueva directora con una serie de promesas vacías desata una ola de despidos y cierra el comedor; destruyendo el precario equilibrio laboral en una dependencia estatal y poniendo de manifiesto, pequeñas miserias de la cotidianidad. “Se arma una competencia de clase entre dos viejas amigas, dos empleadas peleándose por las migajas (...). Creo que el chiste de no unirse las clases trabajadores o de pelearse por chiquiteces es muy caro”, dijo Radusky, de 38 años, en una entrevista con Reuters. “La película no levanta ninguna bandera sino que nos invita a hacernos preguntas porque, todos somos responsables de las cosas que pasan”, agregó.
“Planta Permanente”, cuyo proyecto ganó premios en los festivales de cine de San Sebastián y La Habana, está ambientada en la actualidad, en momentos en que Argentina enfrenta una fuerte crisis económica, con un creciente desempleo, una inflación que supera el 50% anual y un nivel de pobreza del 35,4%. “La película se ubica en el 2018 y hace una alusión bastante directa al macrismo (el gobierno del presidente Mauricio Macri). Hay cosas que pasan siempre, como los problemas de trabajo, la corruptela, las chiquiteces, pero no me interesaba decir que todos (los gobiernos) son iguales”, dijo Radusky.
“Me parece que en el mundo laboral, al ser tantas horas las que uno convive con sus compañeros en un mismo lugar (...), se puede ver muy bien el funcionamiento social. Lo abrís un poquito y es igual en la calle. Todos trabajamos de algún modo y en todos lados se ven las relaciones de poder, a todos los niveles”, agregó.
El segundo filme del director después de “Los Dueños”, codirigido con Agustín Toscano, presenta una mirada crítica con una buena dosis de humor negro y aspira a que el espectador salga “golpeado” y con ciertas preguntas. “El cambio es de cada uno y es colectivo. Está el patrón y está el peón y hay una complicidad. Yo puedo modificar mi forma, pero también tiene que cambiar el entorno”, concluyó.
La edición 34 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, ubicada a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, culminará el 18 de noviembre.
Actualidad Laboral / Con información de Reuters