La Reserva Federal ha ofrecido más de 3 billones de dólares en préstamos y compras de activos en las últimas semanas para evitar que el sistema financiero de EEUU se paralice, pero todavía no ha ayudado directamente a grandes partes de la economía real: empresas, municipios y otros endeudados.
Esto se debe en parte a que el banco central de EEUU no está autorizado a asumir por sí mismo mucho riesgo crediticio, y los préstamos a clientes de menor calificación tienen una mayor probabilidad de sufrir pérdidas. El riesgo se ve exacerbado por los esfuerzos para detener la propagación del coronavirus, que han hecho que la actividad económica se detenga bruscamente.
Para mitigar esas limitaciones, el Tesoro de EEUU —cuyo trabajo es administrar las finanzas del Estado y ayudar a la Reserva Federal a mantener la economía encarrilada— ha asumido parte del riesgo de que no se devuelvan los préstamos de la Reserva Federal.
El Tesoro ha contribuido con unos 50.000 millones de dólares del Fondo de Estabilización Cambiaria. Ese dinero se utilizará para absorber las posibles pérdidas de los préstamos de la Reserva Federal. Asumiendo que sólo una fracción de los préstamos será moroso, la contribución del Tesoro ha permitido que la Fed preste mucho más sin asumir un riesgo adicional.
El viernes, el Tesoro obtuvo cerca de 450.000 millones de dólares más del Congreso como parte de un paquete de estímulo de 2,2 billones de dólares, aumentando en gran medida su capacidad para apoyar la economía. Antes de que se aprobara el proyecto de ley, el fondo de estabilización tenía unos 93.000 millones de dólares en activos a finales de febrero.
El secretario del Tesoro Steven Mnuchin dijo a Fox News que creía que los fondos adicionales podrían ayudar a la Reserva Federal y al Tesoro a proporcionar unos 4 billones de dólares en préstamos.
Pero inversores y economistas dicen que incluso este dinero adicional puede ser insuficiente, y el Congreso probablemente tendrá que poner a disposición billones de dólares más antes de que la Reserva Federal y el Tesoro puedan hacer un aporte significativo en la economía real. Si no lo hace, muchas empresas estadounidenses y gobiernos locales corren el riesgo de anunciar impagos o incluso quebrar.
Esto se debe al tamaño de la mayor economía del mundo, a la escala sin precedentes de los trastornos económicos causados por los intentos de contener el virus y a las mayores pérdidas crediticias si el Gobierno tiene que intervenir para apoyar a los prestatarios más débiles, según estos expertos.
Scott Minerd, director de inversiones de Guggenheim Partners y miembro de un comité de inversores que asesora a la Reserva Federal de Nueva York sobre los mercados financieros, dijo a Reuters que cree que la Administración necesita dar al Tesoro unos 2 billones de dólares para ayudar a apuntalar la economía.
Teniendo en cuenta las pérdidas esperadas de las compañías en el nivel más bajo de grado de inversión, Minerd estima que el dinero aprobado la semana pasada podría ser sólo suficiente para absorber las pérdidas en los préstamos de alrededor de 900.000 millones de dólares.
Actualidad Laboral / Con información de Reuters