Durante las primeras horas de este jueves, 1 de febrero, se votó en la cámara del Senado polaco la polémica ley sobre el Holocausto. La misma que ha generado la molestia de Israel y los consejos de Estados Unidos para que se modifique el proyecto que, busca castigar con cárcel a quienes señalen algún tipo de responsabilidad del pueblo de Polonia en los crímenes nazis de la II Guerra Mundial.
Con 57 votos a favor, 23 en contra y dos abstenciones, se determinó castigar con penas de cárcel o multa, a quienes involucren a los polacos en lo ocurrido durante el Holocausto. Ahora solo falta que el presidente, Andrzej Duda, de su aprobación final.
Benjamin Netanyahu, presidente de Israel llamó a esta ley un intento de "reescribir la historia". Mientras que el portavoz del Senado, Stanislaw Karczewski, dijo que Polonia quería continuar dialogando con Israel y explicar la intención detrás de la nueva legislación.
EE.UU. pide revisar la nueva ley
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos, que solicitó a Polonia revaluar el proyecto de ley del Holocausto. "Alentamos a Polonia a revaluar la ley, a la luz de su potencial impacto en el principio de la libertad de expresión y en nuestra capacidad para ser socios efectivos", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en un comunicado.
Estados Unidos está "preocupado" por las repercusiones de este proyecto de ley, que debe pasar todavía por el Senado polaco, en "los intereses estratégicos de Polonia y sus relaciones, incluida la de Estados Unidos e Israel". "Las divisiones resultantes que podrían surgir entre nuestros aliados, solo beneficiarían a nuestros rivales", sostuvo Nauert. Estados Unidos reconoce, no obstante, que "la historia del Holocausto es dolorosa y compleja", y asegura entender que frases como "campos de concentración polacos" son "inexactas, engañosas e hirientes.
La iniciativa polaca está especialmente enfocada a periodistas -artistas y académicos no podrán ser perseguidos-, y afecta a todas las personas "independientemente de las leyes vigentes en el lugar donde se cometa el acto". Desde hace décadas, las autoridades polacas se esfuerzan en transmitir el mensaje de que los polacos fueron víctimas del Holocausto, no sus responsables. Por lo mismo, siempre han sido habituales las denuncias del Gobierno polaco cuando medios extranjeros usan la expresión "campos de concentración polacos" para referirse a Auschwitz, un centro de exterminio ubicado en Polonia pero abierto y operado por los nazis.
Actualidad Laboral / Con información de DW