Mucho se ha dicho sobre el miedo al fracaso. A estas alturas es casi un tema cliché. Pero, ¿qué pasa con el miedo al éxito? Imagínate esto: vas en el camino para alcanzar tus mayores metas. Todo resulta emocionante y estimulante, pero cuando estás a punto de alcanzar lo que deseas, te quedas corto. Casi a propósito. Como si algo te estuviera limitando, pero tú no puedes decir qué.
Todos asumimos que es el miedo el que acecha, impidiéndonos alcanzar las alturas. ¿Qué pasa si ese sentimiento de temor en realidad viene de tu miedo al éxito? ¿Un miedo a lo que realmente significa alcanzar el siguiente nivel y salir de la cómoda cobija de tu realidad actual?
Por qué la gente teme al éxito
Las personas exitosas no son ajenas al fracaso. Claro, no es agradable. Pero el camino hacia el éxito está pavimentado con ideas que no salieron como se esperaba o que se quedaron cortas. Hay muchas historias sobre CEO's del Fortune 500 que no triunfaron a la primera — ni a la décima. Eso solo puede alimentar tu fuego para seguir tratando porque sabes que las grandes victorias vienen después de las grandes derrotas.
Lo que realmente te mantiene despierto por las noches es el miedo al éxito. Resulta irónico pensar que la idea de convertir tus sueños más salvajes en realidad sea lo que te está frenando. Cuando has trabajado tan duro para lograr algo, no tiene sentido que sea eso justo a lo que más le temes.
Hay consuelo en el lugar en donde ahora te encuentras. Ya sientes un cierto nivel de éxito, y sabes que puedes mantenerlo si sigues haciendo lo que estás haciendo. Sin embargo, para alcanzar el siguiente nivel, debes abandonar la seguridad de tu posición actual y dirigirte al territorio de lo incierto. El éxito te hará sentir incómodo mientras buscas cumplir todas esas cosas emocionantes que te has propuesto.
Desear que tu vida cambie, invitando a todas esas cosas de ensueño — eso resulta fácil. Trabajar para llegar a conseguirlas es otra historia, pues requiere de cambios en partes de tu vida que son difíciles de maniobrar.
Qué hacer con tu miedo al éxito
Para hacerle espacio a todo aquello con lo que sueñas, necesitas deshacerte de las cosas viejas que no te servirán cuando llegues allí. Tienes que examinar los detalles de tu vida actual y decidir de qué estás dispuesto a desprenderte. No anticipas que la vida de tus sueños requiere que renuncies a personas, relaciones y comportamientos que ahora te resultan cómodos. Tendrás que dejar ir muchas cosas significativas. Esas decisiones pueden ser realmente difíciles, incluso paralizantes. Estas emociones son las que llevan a tu miedo al éxito.
Aunque resulta difícil deshacerse del viejo yo (el equipaje, las creencias limitantes, las opiniones y la energía de las personas que te frenan), el proceso abre el espacio que necesitas para pueda entrar la nueva bondad a la que estás invitando. ¡No puedes cambiar tu vida si no cambias tu vida! Cuando sueñas con tu futuro, no sueñas con el dolor que necesitas para alcanzarlo. Pero el dolor es una parte necesaria del proceso de transformación. Te da la oportunidad de aprender más sobre ti mismo, de lo que quieres y de hacia a dónde deseas ir. Te brinda el espacio para apoyarte en ti mismo, más que en otras personas. Y cuanto más te abrazas, más te das cuenta de que tú eres tu propia fuente de protección, conocimiento y seguridad.
Aprendí esta valiosa lección de una langosta. Una langosta tiene un caparazón exterior duro que la mantiene segura y cómoda. En su concha la langosta se siente bien, y puede salir al mundo con poco temor de ser lastimada. Pero un día este caparazón, alguna vez acogedor, empieza a sentirse incómodo. La langosta comenzó a crecer muy ligeramente; poco a poco. De repente, el caparazón no encaja como solía hacerlo y se siente incómoda. Sin embargo, la langosta sigue creciendo.
Un día la langosta se da cuenta de que sin importar qué tan bien se sentía la concha, ahora parece más bien un obstáculo que un activo. La langosta tiene que soltarla para recuperar la fuerza y la comodidad que alguna vez le brindó. Durante un momento, es vulnerable. No tener caparazón equivale a no contar con protección alguna del mundo exterior. La langosta se enfrenta a este momento porque sabe instintivamente que la transformación es incómoda, pero necesaria. Le permite desarrollar una nueva concha más adecuada para el tamaño y la fuerza que tendrá.
Para tener éxito, también debes evolucionar. Tus construcciones anteriores no te permitirán alcanzar el nuevo nivel con el que estás soñando. Tienes que deshacerte de la persona que solías ser y dejar ir todas las cosas que ya no te sirven. Da miedo caminar hacia lo desconocido sin protección. Ese estado de transición puede parecer inquietante, pero aprovecha la oportunidad de crecimiento. Tómate ese tiempo para estar a solas con tus pensamientos y sintoniza más con quién eres y con lo que te ilumina. Usa el tiempo de soledad para clarificar qué es lo que deseas y en quién quieres convertirte. Fortalécete de adentro hacia afuera para que puedas dar con confianza esos nuevos y aterradores pasos en la dirección correcta. La vida de tus sueños te está esperando.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur