Contrario a lo que pudiera parecer en un primer momento, los empleados rebeldes son más útiles para las empresas que los más sumisos o conformistas. Es la deducción a la que han llegado varios investigadores, que concluyen que los trabajadores más indóciles, consiguen cambiar los posibles fallos de un proyecto emprendedor de forma más eficaz. En numerosas ocasiones, los departamentos de recursos humanos de las empresas sorprenden contratando a empleados rebeldes, o que tienen más reservas a la hora de realizar sus tareas como exigen las compañías. Aunque esto pueda parecer un freno para la productividad y el buen ambiente en el trabajo, puede convertirse en una gran idea para crecer como organización.


La primera prueba científica de este fenómeno, está firmada por el psiquiatra de la Universidad de Harvard Albert Rothenberg. Uno de sus estudios, en el que entrevista a 22 premios Nobel, demuestra que las motivaciones de estas mentes brillantes durante sus descubrimientos: fueron la pasión emocional e irracional de querer crear algo nuevo, en vez de ceñirse a los preceptos establecidos.


Regresando al ambiente laboral, otro estudio rebela las características de los empleados rebeldes, tras preguntar a 156 trabajadores cómo de identificados se sentían con afirmaciones como “rompo las reglas”, “sé cómo eludir las reglas” o “me resisto a la autoridad”. Además, relacionaron estas respuestas con sus niveles de creatividad o las actitudes que mantenían, frente a sus tareas diarias.


Tras recopilar las respuestas, los investigadores concluyeron que los trabajadores más creativos, también son los empleados rebeldes. Esta rebeldía, sin embargo, no se traduce en una negativa a realizar sus tareas; sino a cambiar los procedimientos para conseguir terminarlas de forma más eficiente, o corrigiendo los errores internos que la empresa pudiera tener.


Sí a los empleados rebeldes, no a los trabajadores conflictivos


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Así, los expertos coinciden en la conveniencia de mantener a los empleados rebeldes dentro de la empresa. Aunque, la línea entre estos y los trabajadores conflictivos es más fina de lo que parece: mientras que los más insubordinados de tu plantilla pondrán en duda, algunas de tus decisiones proponiendo otra forma de actuar; los empleados conflictivos sí son un verdadero freno para la productividad de la compañía.


En este sentido, involucrar a los trabajadores desde el primer momento puede ser de gran ayuda para los empleados rebeldes; además de una gran fórmula, para mejorar la productividad y el buen ambiente en la oficina. Para ello, los expertos recomiendan desarrollar su marca personal, crear su identidad digital o convertirles en embajadores de la compañía.


Sin embargo, también puede darse el caso de tener a un empleado conflictivo entre tus filas. Si este es el caso, contar con un plan de acción prestablecido puede ser muy útil, para tratar el tema con la mayor diligencia posible. Intentar descubrir las causas, tratar el tema con rapidez y cara a cara, ofrecer unos plazos para cambiar o acometer una rotación de puestos; son algunas de las soluciones, que pueden evitar la dura situación de amonestar o, incluso, despedir a un trabajador.






Actualidad Laboral / Con información de Emprendedores