Los millennials son la generación que engloba a las personas nacidas entre 1980 - 2003 y es comúnmente calificada como perezosa, poco preparada y sin aspiraciones. Con tan sólo hacer una búsqueda sencilla en Google se revelan los estereotipos con los que cargan: al escribir “los millennials son” el buscador autocompletará con “la peor generación”. Sin embargo, estas etiquetas no representan la realidad de los millones de jóvenes de América Latina que pertenecen a ella. Y que son, realmente, el futuro de estos países.
Entre 2017 y 2018, el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- realizó un estudio en el que entrevistó a 15 mil jóvenes de entre 15 y 24 años de Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, y utilizó encuestas existentes en Perú y Uruguay, para conocer sus perspectivas de trabajo y educación.
Con esos datos, se realizó un análisis para explicar la realidad de los Millennials en América Latina y el Caribe en colaboración con académicos y especialistas de los diferentes países, la organización Espacio Público y el International Development Research Centre de Canadá.
El estudio muestra que los estereotipos existentes sobre los millennials son erróneos. Ante la premisa de que los millennials son perezosos, la verdad es que los datos señalan que el 41% se dedica a estudiar, el 21% a trabajar, un 17% realiza ambas actividades y el 21% no tiene trabajo ni estudia.
Casi ocho de cada diez jóvenes estudia, trabaja o hace las dos. Ese 21% es el responsable por la fama de toda una generación: los llamados “ninis”, los que no estudian ni trabajan. Sin embargo, el nombre está mal utilizado, ya que la mayoría realiza actividades productivas: el 31% está buscando trabajo,un 64% se dedica a labores de cuidado de familiares, y un 95% realiza labores domésticas o presta ayuda en los negocios de sus familias.
Solamente el 3% de los “ninis”, aproximadamente el 0.6% de todos los millennials latinoamericanos, no hace algo útil a pesar de tener las capacidades físicas e intelectuales para ello.
Otro de los estereotipos negativos es que la generación Millennial es la peor preparada para el mercado laboral. Esto tampoco es completamente cierto, aunque los datos sí muestran una carencia en habilidades básicas.
Por ejemplo, el 40% de ellos no es capaz de realizar correctamente cálculos matemáticos sencillos, como dividir una cantidad de dinero para repartirla en partes iguales a sus amigos. Por otro lado, solo el 22% reporta hablar inglés con fluidez, una habilidad valiosa en un mercado laboral cada vez más globalizado.
Pero hay otras áreas en las que los millennials están bien posicionados para desarrollarse en el mercado laboral. Y mucho más que las generaciones que les preceden, como la X o los baby boomers. La mayoría de los millennials maneja dispositivos tecnológicos con mucha facilidad y presentan fuertes habilidades socioemocionales, las cuales serán claves en un futuro cada vez más automatizado y robotizado. En particular, muestran niveles relativamente altos de autoestima, autoeficacia y perseverancia.
Sin embargo, posiblemente el estereotipo más falso de todos es que los millennials no tienen aspiraciones. El estudio reveló que, a pesar de que en América Latina y el Caribe en promedio sólo el 40% de la población accede a educación superior, el 85% de los jóvenes aspira a terminar la universidad y el 88% cree que va a lograr cumplir sus metas laborales.
Los resultados del estudio indican que la generación Millennial enfrenta un contexto esperanzador y preocupante al mismo tiempo.
Para cerrar las brechas y potenciar las oportunidades que se señalan, los especialistas destacan tres áreas en las cuáles los países de América Latina y el Caribe pueden trabajar para mejorar las oportunidades educativas y laborales de sus jóvenes: aumentar el acceso para desarrollo de habilidades, mejorar la calidad y pertinencia de dichas habilidades, y ofrecerles orientación e información laboral.
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