23-05-2017
Portugal vive una auténtica revolución económica. Tras atravesar los peores años de la crisis bajo la lupa de Bruselas, su Producto Interior Bruto está ya al mismo nivel del 2008 y la tasa de desempleo se sitúa en el 10%, algo más alta de los datos del 2010. El éxito de este crecimiento se debe, y así lo reconoce el Instituto Nacional de Estadística portugués, a la inversión extranjera, pues el consumo interno está estancado.
El dato más relevante que esta semana hizo público el INE luso es el Índice del Coste del Trabajo. Este mide por un lado las retribuciones de los trabajadores y por otro las obligaciones tributarias por empleado que tiene la empresa. En el primer trimestre del 2017 este índice creció un 2,6%. Los trabajadores de la industria aumentaron sus salarios un 4,2%, el mayor crecimiento de todos los sectores productivos de Portugal.
La economía de Portugal aceleró su expansión durante los tres primeros meses de 2017, cuando logró un crecimiento interanual del PIB del 2,8%, ocho décimas más que en el último trimestre del año pasado y su mayor ritmo de expansión desde el cuarto trimestre de 2007, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Portugal.
En comparación con el trimestre precedente, la economía lusa experimentó un crecimiento del 1%, tres décimas por encima del ritmo de expansión observado en el cuarto trimestre de 2016.
"Esta aceleración resultó de la mayor contribución de la demanda neta externa, que pasó de ser negativa a positiva, reflejando la aceleración del volumen de las exportaciones de bienes y servicios", explicó el instituto estadístico portugués a través de un comunicado.
La demanda doméstica continuó realizando una contribución positiva al crecimiento de la economía, aunque a un menor ritmo.
El Gobierno de Portugal espera lograr en 2017 un crecimiento del PIB del 1,8%, mientras que las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan a un 1,7%.
Actualidad Laboral / Con información de Atlántico