El precio del petróleo se dispara con fuerza este martes tras llevarse a cabo la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El precio del barril Brent, de referencia en Europa, sube más de un 2% y alcanza los 62,78 dólares por barril, máximos desde noviembre de 2018. Por su parte, el barril West Texas se intercambia por 53,4 dólares gracias a un avance próximo al 2%.
El motivo del fuerte rebote obedece a que la OPEP ha decidido recortar el bombeo de crudo y las sanciones de Estados Unidos contra Irán y Venezuela son un hecho. No obstante, y para compensar dicho escenario, el país dirigido por Donald Trump optaba por incrementar su producción de 'oro negro'.
La Organización también ha revisado este martes a la baja, su previsión sobre el consumo mundial de crudo en 2019; dejándolo en una media de 100 millones de barriles diarios (mbd), y al alza la oferta de sus competidores, lo cual redunda en una caída de la demanda de su petróleo. En su informe mensual emitido en Viena, estima que el volumen de crudo que el mundo requerirá de sus 14 socios retrocederá este año hasta 30,6 mbd, desde los 31,6 mbd de 2018.
Aitor Méndez, analista de IG, ha señalado que "si de esta cantidad descontamos los cerca de 5 millones que producen diariamente Irán, Libia y Venezuela, exentos de los ajustes; la producción total de los países de la OPEP sujetos al acuerdo, se situó en los 26,051 millones de barriles al día, una cifra en línea con el compromiso adquirido de no extraer más de 25,937 millones de barriles". Esta menor participación en el mercado mundial es consecuencia de un fuerte incremento de la producción fuera de la organización, sobre todo de Estados Unidos, y una ralentización del crecimiento de la demanda energética a raíz del enfriamiento previsto en la economía mundial.
Actualidad Laboral / Con datos de La Información