Tal vez acabas de salir de la escuela, a punto de entrar al mercado laboral o estás listo para "cambiar de aires" y al fin has conseguido una oferta de empleo.
Sin embargo, antes de aceptar un nuevo trabajo, es recomendable considerar algunos aspectos que te permitirán saber si esa decisión te conviene o no, más allá de cuánto te van a pagar.
Cualquier trabajo de tiempo completo que aceptes representará una parte esencial de tus ingresos, pero también es un gran factor en tu calidad de vida, el tiempo libre que vayas a tener y lo que estés proyectando como carrera profesional.
¿Conoces a detalle qué es lo que harías?
Aunque pueda ser algo obvio, tener la mayor claridad sobre qué es lo que harás en el empleo, evitará que te lleves alguna sorpresa al momento de que te pidan algo inesperado. No solo debes estar seguro de que estás preparado para ese trabajo, sino que también te interese hacerlo.
¿Cómo será tu traslado diario a la oficina?
Ya sea en automóvil o transporte público, la distancia que recorrerás de tu casa al lugar de trabajo puede ser determinante para ayudarte a decidir si te quedas o no.
Un estudio de la Global Cities Business Alliance asegura que casi en todas las quince urbes analizadas (Sao Paulo, Londres, París, Tokio, Nueva York, Singapur, Sídney, Berlín y Chicago), la gente tarda más de una hora en llegar a ganarse el pan de cada día. Mientras que en la Ciudad de México hay que disponer de una hora con 53 minutos.
Así que conviene que valores cuánto tiempo estás dispuesto a invertir diariamente y si se compensa con tu nuevo sueldo o las oportunidades que pueda ofrecer el nuevo empleo, de acuerdo especialista en planeación profesional, Dawn Rosenberg McKay.
¿Te ofrecen un salario justo y competitivo?
Esto muestra qué tanto valoran tu trabajo. Descubre cuánto ganan otras personas con puestos, experiencia y educación similares, en la zona en la que te encuentres. Si al equiparar los salarios de otros y es más bajo, puedes intentar negociar antes de rechazar la oferta, sugiere la especialista.
¿Qué tal es el ambiente laboral?
Rosenberg Mckay sugiere que evalúes el ambiente de la oficina en la que te encontrarías, la forma en que conviven los demás empleados y qué tanta afinidad tiene contigo y tus necesidades.
Si tienes oportunidad de asistir a la que sería tu futuro lugar de trabajo observa que tan amistosos o serios pueden ser. Recuerda que pasarás muchas horas con ellos, por lo que es importante ver cómo sería tu relación.
¿La cultura de la compañía está en línea con tus valores y metas?
Desde las políticas de la empresa, el tipo de servicios o productos que producen y la forma en que tratan a sus empleados, proveedores y clientes, son factores que debes tomar en cuenta antes de tomar la decisión.
¿Qué piensas sobre tu futuro jefe?
Si bien tus superiores no tendrán que ser tus amigos, es conveniente que tengas una buena relación con ellos. Y aunque las primeras impresiones no siempre son determinantes para saber cómo será a futuro, la experta recomienda que confíes en tus instintos y trates de percibir la forma en que te relacionarías con tu jefe y los directivos.
Por ejemplo, si ves a empleador maltratar verbal o físicamente a alguien mientras visitas la empresa, no es una buena señal.
¿Cómo van a evaluar tu productividad?
Ya sean metas de ventas o alguna cantidad de proyectos que necesites completar al año, es necesario que conozcas de qué forma evaluarían tu trabajo. Esto te permitirá saber en qué aspectos tendrás que esforzarte y concentrarte más, para cumplir con las expectativas que tengan tus empleadores.
¿Qué otras compensaciones obtendrás además de tu salario?
Debes conocer qué tipo de prestaciones u otro tipo de beneficios puede ofrecerte tu empleador, desde seguro médico, permisos para faltar, días de vacaciones o si puedes trabajar desde casa. Son elementos que tal vez pueden equilibrar un pago menos competitivo o bien mejorar tu calidad de vida.
Ahora sí, ya estás listo para tomar esa gran decisión.
Actualidad Laboral / Con información de MBA Americaeconomia