Los profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) transitan por un camino rasgado por la crítica situación económica, por la que atraviesa el país, y que ha dejado en “jaque” el buen funcionamiento de la casa de estudios.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro tiene sometido al personal universitario, desde el punto de vista salarial, a condiciones de miseria, al igual que a toda la población venezolana, según expresó a El Cooperante el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (APU-UCV), Víctor Márquez. Quien indicó que el mayor salario de un profesor apenas alcanza los 2 millones de bolívares, mientras que la canasta alimentaria sobrepasa los 10 millones de bolívares, “lo que significa que ningún profesor tiene el poder adquisitivo para cubrir los consumos básicos".
Las condiciones del personal se agrava aún más con la problemática del costo del pasaje, debido a que muchos se movilizan en transporte público. Consideró el profesor que el transporte, se ha convertido en “un gasto sumamente alto” comparado con el nivel de ingresos; y quienes tienen vehículos, deben hacer una inversión en el mantenimiento que no tienen la capacidad de realizar. Esta situación genera que, buena parte del profesorado, no pueda asistir al trabajo con la frecuencia con la que asistía con anterioridad, “entonces, el funcionamiento institucional se está viendo afectado”, indicó.
Desde el punto de vista del contrato de trabajo, el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV aseguró que, ni siquiera lo conocen porque fueron excluidos. Además, manifestó que el documento fue firmado “por una federación que no nos representa”, motivo por el que ese contrato no ha sido formalmente reconocido “y al mismo tiempo, los planteamientos de los derechos establecidos allí no se están cumpliendo a cabalidad”.
Mencionó Márquez que otra de las problemáticas que existen, está vinculada con la seguridad social, donde el Sistema Integral de Salud del Ministerio para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología “no está cumpliendo adecuadamente con el personal”. Denunció que cuando los profesores van a solicitar el ingreso a las clínicas, por la vía de este sistema, en los centros médicos no lo reconocen, “entonces el profesor no puede atender sus problemas de salud”.
El profesor aseveró que el personal universitario “está en las peores condiciones” de la historia. “A pesar de que nosotros tenemos una función en el seno se la sociedad, todos los seres humanos tienen derecho a una vida digna, a la alimentación y a la salud, y ninguno en estos momentos tienen esos derechos”, añadió.
Alertó que buena parte del personal presenta problemas importantes de salud, para los que no alcanza la cobertura del seguro del Estado, que apenas cubre los 3 millones de bolívares, lo que dificulta aún más las posibilidades de que puedan ingresar a las clínicas. Márquez lamentó que haya trabajadores que están falleciendo producto de la falta de medicamentos, “pero este mismo fenómeno le está ocurriendo a toda la sociedad venezolana”.
El salario más bajo que gana un profesor en la UCV es de 890 mil bolívares más el bono de alimentación correspondiente, “pero un profesor que tenga la necesidad de un tratamiento hipertensivo tiene que gastar 1 millón de bolívares para comprarse 20 pastillas para un tratamiento, es decir, que se le va todo el salario y le falta dinero”.
¿Profesores en paro?
El presidente de la APU-UCV aclaró que la federación, no se ha planteado ninguna convocatoria, formal, para un paro de actividades; sin embargo, apuntó que el hecho concreto es que la institución se está paralizando con gradualidad, por la imposibilidad de que la gente pueda asistir a sus sitios de trabajos. “O por falta de transporte o porque el dinero no les da, es un paro lo que está ocurriendo. De gente que iba cinco días a trabajar y ahora esté yendo uno, dos días, porque si va los cinco días al trabajo no tiene con qué comer, ahora eso le está ocurriendo a todo el personal”, expresó Márquez.
Este escenario, explicó, está teniendo como resultado una disminución de la actividad académica e institucional. “Un profesor no puede llegar porque resulta que no hay transporte o el dinero no alcanza y ese día tiene una clase, bueno, esa clase no se da. Están produciéndose paralizaciones, y si este hecho continúa agravándose, vamos a ir teniendo cada día una mayor paralización de actividades”, advirtió.
Transporte y deserción
El transporte estudiantil de la UCV se está paralizando porque no se puede acceder a los repuestos. Las rutas están desapareciendo y las que quedan, ahora también las usan los empleados y los profesores, a pesar de que el servicio era uso exclusivo de la comunidad estudiantil.
Por otro lado, Márquez lamentó que estén desapareciendo secciones porque los estudiantes tampoco están asistiendo a clases, “y cuando uno empieza a indagar por qué no van. Nos damos cuenta de que no tienen cómo mantenerse en la universidad, para comer, porque no les alcanza el dinero y otros porque se van del país“.
Esta deserción también ha tocado las puertas de los profesores. El presidente de la APU-UCV alertó que, a diario, en la universidad un profesor renuncia. “Hay cargos que se están quedando desiertos, no hay reposición, pero al mismo tiempo estamos teniendo salones vacíos. Antes hacían falta profesores para cubrir la demanda estudiantil; en estos momentos, los profesores se están quedando también sin poder dar una clase porque no hay estudiantes”, dijo.
Actualidad Laboral / Con información de El Cooperante