Laura Addati.- Para la mayoría de las personas, el nacimiento de un hijo es un evento feliz, aunque lleno de retos. Pero seamos honestos, también puede dar lugar a la discriminación contra las mujeres.

Pongamos el ejemplo de Noemi, una mujer de 26 años a quien no le renovaron el contrato cuando comunicó a su empleador que estaba embarazada. Perder su empleo, sobre todo durante la recesión económica, tuvo serias repercusiones sobre los ingresos familiares y su salud mental.

Lamentablemente, la historia de Noemi es demasiado común. La protección de la maternidad con frecuencia aún es percibida como una carga económica que coloca a las empresas en una situación de desventaja competitiva, sobre todo las pequeñas y medianas empresas (PYME).

Existen motivos para esto. Un informe de la OIT La maternidad y la paternidad en el trabajo, publicado en mayo, muestra que de los 185 países estudiados, 25 por ciento todavía tienen leyes que imponen el pago de las prestaciones pecuniarias por maternidad exclusivamente por cuenta del empleador. En otro 16 por ciento de los países, los empleadores comparten parte del costo de las prestaciones por maternidad.

En algunos países, las leyes eximen a las PYME de la aplicación de los derechos de protección de la maternidad. Esto se basa en la suposición que no podrán pagarlas.

La percepción que la maternidad es costosa para las empresas es reforzada también por la convicción cultural que los “trabajadores ideales” están disponibles para trabajar 24/7, y que la dedicación al trabajo de las mujeres disminuye cuando están embarazadas o son madres.

Beneficios para ambos

Una nueva investigación de la OIT dirigida por el Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad (WORKQUALITY) y el Departamento de Empresas (ENTERPRISE) y llevada a cabo con Middlesex University del Reino Unido – Maternity protection in SMEs: An international review (Protección de la maternidad en las PYME: un estudio internacional) – sugiere que la protección de la maternidad no sólo es posible para las PYME, sino que de hecho puede aportar beneficios para las empresas y para la sociedad en general. Esto es importante porque las mujeres constituyen una gran proporción de los empleados de las PYME, sobre todo en el sector de los servicios.

Los beneficios de la protección de la maternidad son múltiples y están aún más acentuados en las empresas que cuentan con un número pequeño de empleados. Por ejemplo, con una protección de la maternidad adecuada y medidas que concilien la vida laboral y familiar, es más probable que los miembros del personal de estas empresas permanezcan en la misma empresa, lo cual significa un ahorro en los costos de contratación. El absentismo también disminuye cuando los empleadores se sienten más comprometidos y motivados.

Pero para que la maternidad y la paternidad se conviertan en “un hecho normal en la vida de las empresas” necesitamos nuevas políticas que tomen en cuenta las características y necesidades específicas de las PYME. En particular, estas disposiciones deberían incluir leyes y políticas nacionales dirigidas a la protección de la maternidad y conciliar la vida laboral y familiar con un costo mínimo, o ninguno, para los empleadores, junto a medidas de apoyo específicas.

¿Cómo lograrlo?

En primer lugar, es fundamental que la licencia por maternidad sea financiada por el seguro social obligatorio o con fondos públicos. Hace algunos años, los empleadores de las PYME en Australia y el Estado de California en EE.UU. expresaron dudas en relación a los costos de las nuevas disposiciones sobre la maternidad que habían sido aprobadas. Sin embargo, unos años después que la legislación entró en vigor la mayoría de los empleadores comunicaron resultados positivos.

Aún cuando las prestaciones por maternidad son financiadas por el seguro social, esto no significa que no representan costo alguno para las empresas. El apoyo financiero y otros incentivos podrían ser particularmente útiles para las pequeñas empresas. Este es el caso, por ejemplo, cuando la evaluación de los riesgos en el lugar de trabajo exige que a las mujeres embarazadas les sea concedida una licencia remunerada adicional debido a problemas relacionados con la salud y la seguridad, y el costo de contratación y formación del nuevo trabajador. En México, el gobierno subsidia el régimen de seguro de maternidad con un pago adicional a las cotizaciones de los empleadores y de los empleados. Esta es una buena manera de proteger a los empleados de bajos ingresos así como a los empleadores de las PYME.

Los gobiernos podrían además ayudar a las PYME a hacer frente a los costos indirectos simplificando los procedimientos administrativos o prestando apoyo para gestionar una potencial falta de liquidez cuando el Estado o el seguro social retrasan el reclamo de los beneficios. Por ejemplo, las pequeñas empresas en el Reino Unido deducen los pagos obligatorios por maternidad de los impuestos. Cuando los impuestos son inferiores a las prestaciones en efectivo, las empresas pueden solicitar un financiamiento anticipado de los pagos por maternidad. Además, las medianas y grandes empresas pueden reclamar el reembolso de 92 por ciento de los ingresos anteriores del empleador de los fondos públicos, mientras que las pequeñas empresas tienen derecho al 103 por ciento.

Las medidas de apoyo pueden incluir: la comunicación a los empleadores de la información sobre las disposiciones legales y cómo cumplirlas, junto al asesoramiento práctico sobre el procedimiento para sustituir empleados en licencia parental y gestionar su regreso al trabajo; y prácticas de trabajo innovadoras entre los nuevos padres y sus equipos de trabajo.

Las organizaciones de empleadores y de trabajadores también tienen un papel importante que desempeñar al informar a sus miembros sobre sus derechos y responsabilidades, ofrecer formación, difundir buenas prácticas y medir el incremento de la productividad.

Ningún costo, muchas ganancias

El estudio de la OIT muestra que algunas medidas de protección de la maternidad pueden ser implementadas con un pequeño gasto o ninguno. El apoyo al amamantamiento en el lugar de trabajo es un buen ejemplo de una medida que genera ventajas para todas las partes, empleadores y empleados. Las PYME pueden beneficiarse directamente gracias al incremento en la retención del personal y a una mayor dedicación de los trabajadores e, indirectamente, de las ventajas bien documentadas del amamantamiento para las mujeres y sus hijos.

En fin, el informe señala que son necesarias más y mejores investigaciones sobre los efectos de las medidas de protección de la maternidad en las PYME, en particular en los países en desarrollo donde un gran número de PYME opera en la economía informal y la mayoría de las mujeres no tiene ninguna protección de la maternidad.

Sin embargo, las prestaciones por maternidad también están siendo restringidas en los países de altos ingresos. Esto se debe en parte al número cada vez mayor de trabajadores con contratos de trabajo a tiempo parcial, ocasional o temporal, quienes tienen menos probabilidades de disfrutar del derecho de protección de la maternidad. A lo cual se suman las evidencias cada vez más numerosas de discriminación relacionada con el embarazo y la maternidad, sobre todo en momentos en que muchas empresas tienen dificultades para seguir adelante durante la recesión económica.

Las recomendaciones del informe tienen el objetivo de invertir la tendencia en lo que se refiere a las desventajas relacionadas con la maternidad, de manera que las mujeres como Noemi en cualquier parte del mundo puedan ser madres y mantener sus medios de subsistencia, su dignidad y la capacidad de satisfacer las necesidades de sus familias.

Actualidad Laboral / Con información de la OIT