01-05-2017
Inmigrantes y sindicalistas marchaban el lunes hacia la Casa Blanca y en otras ciudades estadounidenses para conmemorar el Día Internacional de Trabajo y protestar contra los esfuerzos del presidente Donald Trump de impulsar las deportaciones.
“Vamos a decirle al presidente que no aceptaremos su muro, su prohibición (de viaje) ni su persecución de inmigrantes”, dijo el presidente de CASA in Action, Gustavo Torres, refiriéndose al muro que Trump desea construir a lo largo de la frontera con México y a su orden ejecutiva para prohibir a ciudadanos de seis países musulmanes ingresar a Estados Unidos.
Torres se dirigió en una plaza a la multitud que, coreando consignas, mostrando pancartas y banderas de varios países, partió pocos minutos más tarde hacia la Casa Blanca.
Se espera que decenas de miles de migrantes y sus partidarios protesten en ciudades como Nueva York, Chicago, Seattle y Los Ángeles. También hay actos previstos en decenas de ciudades más pequeñas, desde Fort Lauderdale, en Florida, a Portland, Oregon.
En muchos lugares, los activistas piden a la gente que no acuda a sus empleos, a la escuela ni a comprar para mostrar la importancia de la inmigración en las comunidades estadounidenses.
CASA in Action y la Service Employees International Union (SEIU), dos de los grupos que coordinaron la protesta en la capital estadounidense, señalaron que al menos una centena de empresas en Washington, Maryland y Virginia se habían comprometido a cerrar sus puertas el lunes para acompañar la jornada de protesta.
Aunque los miembros de los sindicatos suelen marchar el 1 de mayo en favor de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, la jornada se ha convertido en una fecha clave para migrantes en Estados Unidos desde las multitudinarias protestas de 2006 contra una propuesta de ley sobre inmigración.
Estados Unidos celebra el Día del Trabajo el primer lunes de cada septiembre.
En sus primeros 100 días en la Casa Blanca, Trump ha promovido intensamente la implantación de las normas migratorias, como decretos para erigir un muro en la frontera con México y para vetar la entrada al país desde seis naciones de mayoría musulmana.
El gobierno detuvo a miles de personas que estaban de forma ilegal en el país y amenazó con retener la financiación a las jurisdicciones que limitan la cooperación entre las autoridades migratorias locales y federales.
Además de las manifestaciones, activistas por los derechos de los migrantes en comunidades de Indiana, Massachusetts, Texas y otras partes del país convocaron huelgas para mostrar al país la demanda de mano de obra migrante y su poder de compra.
Defensores de los inmigrantes esperan que su mensaje llegue a Trump, a los legisladores del congreso y al público, además de proporcionar un sentido de unidad y fuerza entre los opositores a las políticas del gobierno.
Congresistas y senadores demócratas planeaban reunirse al final de la jornada frente al Capitolio para expresar su apoyo a los inmigrantes en lo que califican como el Día de los Derechos de los Inmigrantes.
Actualidad Laboral / Con información de AP