Un estudio realizado en España por el Instituto de Economía Digital de ESIC (ICEMD) identifica 11 perfiles digitales imprescindibles para toda empresa que quiera ser digital.

Para el director general del ICEMD, Enrique Benayas, los que tienen que ver con big data, relación con el cliente y ventas por internet, son los más críticas.

A continuación, el listado de posiciones, publicado por el diario Cinco Días.

Analista web. La página web de una empresa puede ser un importante centro de datos. El estudio del ICEMD dice que el 96% de las compañías consultadas (una muestra de 442) la incorpora, y el analista se encarga de la medición e interpretación de los datos que en ella se presentan, e identificar tendencias: número de visitas, origen de éstas, tiempo de estancia del usuario en la web, medición de campañas especiales... Una vía para potenciar su papel.

Especialista en posicionamiento web. La web corporativa necesita visitas, y los buscadores son una fuente principal. Estar entre los primeros resultados de las búsquedas que tienen relación con ámbitos en los que opera la empresa es fundamental, y figura del SEO (search engine optimization, en inglés) es la respuesta. Él adaptará la web para ganar una importante cantidad de tráfico de internet.

Responsables en comercio electrónico. Aunque las compras por internet muestran un fuerte crecimiento, la figura de un responsable en este campo es de las menos implementadas en las empresas, con solo un 59% de ellas en el caso de España. Un área que, por su potencial económico para las empresas, "es de las que más impulso hay que dar", según Benayas.

Responsable de contenido digital. Dotar a la página web de una organización de información y contenidos que puedan interesar a los potenciales clientes es una forma efectiva de atraerlos y fidelizarlos. No abusando de la publicidad propia y de las ventajas de los productos o servicios propios, sino generando temas que tengan relación con el área de actividad.

Web máster. Una página web no es otra cosa que el reflejo de la imagen de la empresa en internet. Por tanto, cuidar su diseño, adaptarla constantemente a las nuevas herramientas y arreglar los fallos que identifiquen los usuarios ayudará a construir una buena imagen de marca. Y la responsabilidad no recae en otro que en el desarrollador web.

Desarrollador de aplicaciones. El teléfono se ha convertido en la primera herramienta de acceso a internet en España, por encima de la computadora, según el INE. Desarrollar aplicaciones facilita la experiencia de los usuarios de este tipo de dispositivos, ganando en agilidad y rapidez.

Responsable de marketing digital. Será el encargado de hacer que la marca llegue al máximo de potenciales clientes, a través de estrategias de promoción y campañas, utilizando las herramientas digitales, como redes sociales y webs, adaptados a todos los soportes: smartphones, tabletas, televisiones inteligentes. Es una forma efectiva y barata para hacer que la marca llegue a muchos ojos y oídos.

Gestor de redes sociales. El 73% de las empresas encuestadas por el ICEMD dice tener página de Facebook, y el 60%, cuenta de Twitter. Pero apenas el 29% tienen a alguien con el perfil específico para gestionarlas. Lo que popularmente se conoce como community manager sabrá sacarle todas las posibilidades, respondiendo a las dudas de los clientes y haciendo más visible la empresa en estas redes, sobre todo entre los jóvenes.

Experto en comunicación digital. La estrategia digital de la empresa implica distintas disciplinas y perfiles profesionales, pero el lenguaje en todas ellas debe estar adaptado al medio y ser homogéneo entre todas ellas. Algo de lo que se encarga este profesional, que también identificará nuevas vías para hacer llegar el mensaje.

Business intelligence manager. Todos los datos que generen las estrategias y herramientas digitales de la empresa tienen que ser analizados, interpretados y utilizados para llegar, con menor margen de error, al cliente. En definitiva, el intérprete del big data.

Responsable de experiencia de cliente. No solo basta con ganar un cliente, sino que cada vez resulta más importante retenerlo. Su fidelización depende en gran medida de que la relación con los productos o servicios de la empresa esté libre de inconvenientes. Según el ICEMD, solo el 60% de las compañías tienen ocupado este perfil, concluye Cinco Días.

Actualidad Laboral / Con información de IProfesional