Cuando tu rutina profesional te parece terriblemente tediosa, la perspectiva de cambiar de carrera te parece tentadora: aprender sobre un nuevo sector, interiorizar nuevas habilidades, conocer nuevos compañeros y quizá incluso ganar más dinero.
Solo hay que observar las decenas de millones de trabajadores de todo el mundo que han experimentado cambios radicales en sus carreras desde que comenzó la pandemia. Un informe del mes de julio de la consultora McKinsey estipuló que el fenómeno de la Gran Renuncia había supuesto un nuevo comienzo para algunos trabajadores.
Las conclusiones del informe, basadas en una encuesta realizada a más de 13.000 empleados de 6 países, reflejaron que aproximadamente la mitad de las 2.800 personas que habían renunciado a su trabajo en los últimos 2 años habían buscado oportunidades en sectores distintos al suyo.
"La pandemia fue un período de cambio. Reconfiguró en gran medida la forma en la que las personas veían sus vidas", asegura a Business Insider la experta en estrategia, consultora ejecutiva y autora de The Long Game, Dorie Clark. "Llevó a la gente a plantearse preguntas más abstractas, que fuesen más allá de: '¿Qué quiero que sea mi trabajo?', y se centrasen en: '¿Cómo quiero que sea mi vida?'".
Si eres de esas personas que está pensando en cambiar de carrera, es probable que busques consejos. Aunque existe mucha información sobre cómo dar el salto (valorar distintos sectores, hablar con consejeros profesionales, establecer una red de contactos o poner tus finanzas al día), es más complicado encontrar un relato sobre los desafíos que se pueden presentar.
Business Insider ha hablado con 4 expertos sobre lo que necesitan saber las personas que están pensando en dar un cambio profesional, desde cómo averiguar si tienen la estabilidad emocional necesaria para cambiar de carrera hasta qué hacer si les ofrecen un ascenso en su empresa.
Si no eres feliz en tu trabajo, no aceptes ese ascenso
Existen muchas razones por las que puedes ser infeliz en el trabajo, que tengas un jefe tóxico o que estés inmerso en un proyecto interminable. Sin embargo, esas quejas no siempre requieren un cambio profesional a gran escala. A menudo, pequeños retoques como el traslado a un nuevo departamento o la obtención de una nueva tarea pueden marcar la diferencia.
Aun así, los expertos afirman que hay un problema que requiere atención inmediata: cuando te sientes profundamente infeliz desempeñando tu trabajo diario. No ignores esa vocecita que te pide que hagas un cambio y, sobre todo, no dejes de hacerlo aunque te ofrezcan un ascenso en tu trabajo actual.
Esta es el consejo de la profesora de gestión de recursos humanos de la Universidad de Rutgers, Maria Kraimer, que ha realizado una investigación sobre los cambios profesionales. Dicho estudio reveló que las personas que indican que les gustaría volver a estudiar y cambiar de sector tienen menos probabilidades de hacerlo en caso de que les ascienden en su actual empresa.
"Se meten en una vía rápida y consiguen un aumento, y entonces se ven absorbidos por su trabajo y su trayectoria porque están teniendo éxito", señala. "Pero luego se despiertan 10 o 15 años más tarde y se dan cuenta de que eso no es lo que querían hacer; no lo era entonces y sigue sin serlo".
Un ascenso puede ayudarte a sentirte mejor a corto plazo, pero no dejes que un nuevo despacho y un aumento de sueldo te aten a una trayectoria profesional que no te conviene.
Cuidado con cómo percibes el cambio
Cambiar de profesión es un riesgo que no debe tomarse a la ligera, sobre todo para las personas que se encuentran a la mitad de su carrera profesional, muchas de las cuales no pueden permitirse el lujo de renunciar al tiempo y los ingresos necesarios para desarrollar sus habilidades.
Más allá del tiempo y el dinero, el aprendizaje de una profesión requiere una enorme cantidad de energía. Esto no tiene por qué ser malo, de hecho, hay estudios que sugieren que la incomodidad motiva el aprendizaje y el crecimiento personal; pero, dependiendo de la etapa en la que te encuentres, puede que no tengas la capacidad necesaria para afrontarlo.
"Solo podemos hacer algunas cosas y nuestra atención es limitada", ha apuntado a Business Insider la científica cognitiva, presidenta del Barnard College y autora de Choke: What the Secrets of the Brain Reveal About Getting It Right When You Have To, Sian Beilock.
Antes de dar el salto, Beilock recomienda valorar cómo afectaría el cambio a tu vida personal y al tiempo que pasas con tu familia: "Puede que no sea el momento adecuado".
Sin embargo, la experta advierte que no hay que dejar de dar el paso por miedo. Sus investigaciones han demostrado que si se modifica la forma en la que se perciben las situaciones difíciles, estas se pueden volver más manejables y, por lo tanto, más realizables.
En un estudio, un grupo de estudiantes de secundaria mejoró sus resultados en los exámenes y redujo su ansiedad después de leer un fragmento que explicaba cómo la excitación fisiológica —el aumento del ritmo cardíaco y del sudor de manos— es la forma que tiene el cuerpo de prepararse para una tarea importante, y que ese estrés puede canalizarse hacia un mayor rendimiento.
"Las conversaciones más importantes son las que tienes contigo mismo", señala Beilock. "No se nace siendo un perdedor o un luchador. Puedes cultivar la resiliencia interior y aprender a ver un cambio de profesión con entusiasmo en lugar de con temor".
Distinguir entre los "pro" y los "contra"
La presentadora del podcast Anxious Achiever y fundadora de la agencia de marketing Women Online, Morra Aarons-Mele, insta a la gente a pararse a pensar en la razón por la que dejaría su trabajo.
¿Te está empujando a dejar tu empresa o tu profesión algo que no te gusta de tu trabajo? ¿Te sientes atraído por otro sector porque parece emocionante y quieres probar? No existen motivos buenos o malos, pero Aarons-Mele sugiere que es importante "tratar de desentrañar el por qué".
Si crees que hay algo que te empuja a abandonar tu trabajo, considera si se trata de algo relacionado con tu trabajo actual o si es algo intrínseco de tu sector. Tal vez te caiga mal tu jefe o sientas que tienes demasiadas reuniones por videoconferencia. "Son cosas que puedes cambiar sin la necesidad de tener que dejar tu profesión", explica la experta.
Quizá merezca la pena hablar con tu jefe sobre la posibilidad de cambiar de equipo o de proyecto, o, incluso, de no asistir a algunas reuniones periódicas.
Ten paciencia y siéntete cómodo siendo un aprendiz otra vez
Saber si un cambio de carrera profesional ha resultado ser un éxito o un fracaso lleva su tiempo, sobre todo si se trata de un sector en el que no tienes experiencia y cuentas con pocos contactos.
Una forma de empezar podría ser manteniendo tu trabajo actual y dedicando las noches y los fines de semana a proyectos que te posicionen mejor en el sector en el que quieres entrar. De este modo, mantendrás tu sueldo antes de cambiar a algo que puede ser menos estable.
"Si necesitas ser prudente", asegura Clark, la consultora ejecutiva, "probablemente sea buena idea tardar un poco más de lo que te gustaría".
Por mucho miedo que te dé tu próximo trabajo, intenta aceptar tu condición de aprendiz. "Es muy probable que tengas que dar uno o 2 pasos hacia atrás para poder dar finalmente un paso adelante en tu nuevo campo", afirma la autora de The Long Game. "Forma parte del proceso".
Actualidad Laboral / Con información de Business Insider