Con la creciente popularidad de ChatGPT y GPT-4, los cuestionamientos en torno a si pueden dejarnos sin trabajo, no se hicieron esperar. Y si bien estos planteamientos suelen ser bastante tendenciosos, OpenAI está estudiando el posible impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral. Los resultados que ha obtenido hasta aquí son muy interesantes.
En las últimas horas, investigadores de la startup dirigida por Sam Altman publicaron un documento analizando las potenciales implicaciones que los modelos GPT podrían tener en el empleo estadounidense. Para ello, analizaron la concordancia del uso de la IA en una amplia variedad de trabajos, así como la experiencia humana y las calificaciones académicas recientemente obtenidas por GPT-4.
Si bien la investigación de OpenAI es extremadamente técnica, nos permite extraer algunos detalles relevantes. Por ejemplo, que las profesiones que requieren de habilidades científicas y de pensamiento crítico, son menos propensas a verse impactadas por desarrollos como GPT-4. En tanto que aquellos trabajos que requieren de habilidades de escritura y programación son los más expuestos. ¿Esto último qué significa? Que son los empleos más susceptibles de verse influenciados por los grandes modelos de lenguaje.
Otro punto interesante es que los investigadores han presentado sus datos hablando de «porcentaje de exposición» a modelos como GPT-4. Esto se debe a que han estudiado qué tan afectado se ve un empleo al estudiar la posible implementación de la inteligencia artificial sobre él. Específicamente, qué tanto ayudaría a reducir el tiempo de concreción que requiere un humano para cumplir al menos un 50 % de la tarea, manteniendo calidad consistente.
De esta forma, han logrado identificar tres niveles:
Sin exposición: que reducir el tiempo de concreción de una tarea no es requisito —ni siquiera mínimo— para mantener una calidad equivalente. O que cualquier intento por mejorar el tiempo que requiere, deriva en una caída en la calidad del resultado obtenido.
Exposición directa: cuando solo usar un modelo de lenguaje como GPT-4 en plataformas como ChatGPT ya es suficiente para reducir a la mitad el tiempo necesario para concretar una tarea o actividad.
Exposición LLM+: cuando un gran modelo de lenguaje (LLM) por sí solo no es suficiente para completar la tarea un 50 % más rápido. No obstante, sí podría ser utilizado como base para desarrollar un software que sí lo logre.
Así las cosas, OpenAI ha compartido una tabla en la que se aprecian los empleos con mayor exposición a modelos GPT, o a software basado en ellos. Vale destacar que se han utilizado tanto «evaluadores humanos» como modelos basados en GPT-4. En el caso de los primeros, identificaron las siguientes profesiones como las expuestas en un 100 % a los modelos de lenguaje o a software basado en ellos:
Como contracara, los porcentajes de exposición más bajos se registraron en especialistas de Relaciones Públicas (66,7 %), científicos de animales (66,7 %) y poetas, letristas y escritores creativos (68,8 %).
Mientras que los modelos basados en GPT-4, identificaron a los siguientes empleos con una exposición del 100 %:
Otras profesiones que también tienen una elevada exposición a modelos de lenguaje como GPT-4 —entre un 90 y 97 %— son: ingenieros de blockchain, reporteros judiciales, correctores de texto y hasta los encargados de repartir la correspondencia dentro de una empresa.
Los empleos con mayor exposición a la IA, según «evaluadores humanos» y modelos basados en GPT-4.
OpenAI destaca, además, que los empleos más impactados son aquellos que requieren de una mayor educación:
«Nuestro análisis sugiere que las personas que tienen una licenciatura, una maestría y títulos profesionales están más expuestas a los GPT y al software impulsado por GPT, que aquellas que no tienen credenciales educativas formales. Curiosamente, también encontramos que las personas con cierta educación universitaria, pero sin título, exhiben un alto nivel de exposición a GPT y al software impulsado por GPT».
La otra cara de la moneda
La otra cara de la moneda, según explica OpenAI, es que, si bien GPT-4 puede ayudar a reducir hasta en un 50 % el tiempo necesario para completar las tareas en los empleos más expuestos, no significa que la tecnología sea capaz de automatizar todas sus funciones. Esto quiere decir que, por más que la exposición de una profesión sea del 100 %, la IA todavía está lejos de reemplazarla. Al menos en el futuro inmediato.
El impacto de los modelos de lenguaje como GPT-4 y de aplicaciones basadas en él, como ChatGPT, es evidente. De hecho, se menciona que un 80 % de la fuerza laboral de EE. UU. tiene al menos un 10 % de sus tareas afectadas por modelos GPT. En tanto que un 19 % de los trabajadores vería al menos el 50 % de sus tareas impactadas. ¿Es esto lo mismo que decir que la inteligencia artificial les quitará su empleo? No, en absoluto. De hecho, OpenAI lo plantea desde una óptica de eficiencia laboral, y no de reemplazo del trabajador humano.
«[…] Si bien la capacidad técnica de los modelos GPT para hacer que el trabajo humano sea más eficiente parece evidente, es importante reconocer que los factores sociales, económicos, normativos y de otro tipo pueden influir en los resultados reales de la productividad laboral. Mientras las capacidades continúen evolucionando, es probable que el impacto de los GPT en la economía persista y aumente, lo que plantea desafíos para los encargados de formular políticas a la hora de predecir y regular su trayectoria. Se necesita más investigación para explorar las implicaciones más amplias de los avances de GPT, incluido su potencial para aumentar o desplazar el trabajo humano y su impacto en la calidad del trabajo, la desigualdad y el desarrollo de habilidades, entre muchas otras consecuencias».
Hoy en día existe una tendencia cada vez más fuerte a decir —muchas veces con pocos o nulos argumentos— que la IA viene para quedarse con nuestro trabajo. Y la realidad suele distar bastante de esa postura tan drástica. Queda claro que es necesario estudiar el impacto de herramientas como GPT-4 en el empleo, puesto que todo apunta a que serán cada vez más potentes y capaces, y que de una u otra manera se integrarán a la dinámica laboral. Sin embargo, promover a ciegas la idea de que, de la noche a la mañana, desaparecerán empleos por culpa de la inteligencia artificial es, como mínimo, irresponsable.
Actualidad Laboral / Con información de Hipertextual