Los trabajadores a nivel global se sienten inseguros ante un futuro desesperanzador e inestable para la economía y el mercado laboral. Es por ello que practican el arte de la amortiguación, actualizando constantemente sus perfiles con sus últimas experiencias o comercializando sus habilidades. También ampliando continuamente su red de contactos, mientras reflexionan sobre los pasos a seguir de manera proactiva.


Existen entonces indicios de que la población activa en general se está preparando para lo peor, incluyendo el hecho de trabajar ahora más que nunca. LinkedIn descubrió, en este sentido, que una de cada cinco personas planea trabajar más horas (20%) o aceptar un segundo empleo (18%), mientras que el 15% está considerando un trabajo más estable. La tendencia se dispara entre la Generación Z, donde el 34% planea trabajar más horas, el 30% planea aceptar un segundo empleo y el 32% está considerando un trabajo más estable.


El arte del ‘career cushioning’


La población en búsqueda activa (o intermitente) de trabajo amortigua su carrera profesional a través de una serie de estrategias con las que proyectar sus competencias y habilidades relevantes, así como mediante el uso de palabras clave interesantes con las que aumentar su visibilidad. De igual forma, destacan sus habilidades intepersonales (ahora más demandadas que nunca) como la comunicación o la creatividad para así atraer a los reclutadores en medio de ese océano sobreestimulado de contenido. Según la plataforma, el uso explícito de las competencias por parte de los reclutadores para cubrir puestos de trabajo ha aumentado un 30% interanual.


Los ‘amortiguadores de carreras’ canalizan entonces su energía hacia la búsqueda de empleo. ¿Pero cuáles son las razones por las que buscan un nuevo empleo? una de las principales sería la profunda infelicidad que les supone, normalmente porque sus valores no estén alineados con los de su empresa. Otra de ellas estaría relacionada con el hecho de estar encerrado en un ambiente tóxico en el que no se apoye el bienestar mental y físico de los empleados, independientemente de las condiciones económicas.


Más allá de esas razones, la flexibilidad sigue siendo una de las principales prioridades de los empleados, según el informe Tendencias Mundiales del Talento de LinkedIn de octubre. Aún así, sólo un tercio de los directivos de empresas afirma que ofrecer a los empleados una mayor flexibilidad en el lugar de trabajo es una prioridad principal.


Mientras tanto, aunque los solicitantes de empleo siguen buscando trabajo a distancia, el porcentaje de puestos remotos ofrecidos por las empresas está en pleno declive: los puestos remotos representan ahora el 14% de las ofertas de empleo en LinkedIn, frente al 20% del pasado mes de marzo.


Es por todo ello por lo que el career cushioning se ha convertido en la tendencia laboral de la que todo el mundo habla a día de hoy. Un movimiento impulsado ante el hartazgo generalizado, en el que existen cada vez más participantes debido, asimismo, a las pocas indemnizaciones que ofrecen muchas empresas en los despidos. También a la desilusión de los trabajadores cada vez más proclives a buscar nuevas oportunidades “más estables”, redefiniendo este paradigma trabajocentrista atravesado por el culto a la productividad, mediante actitudes predispuestas a abandonar aquellas empresas que no les ofrezcan la flexibilidad y estabilidad que solicitan.


Actualidad Laboral / Con información de Forbes