¿Sabías que carrera elegida, el promedio, la experiencia laboral, no siempre son aspectos decisivos en una contratación? Importan, por supuesto, pero como pruebas de que adquiriste conocimiento. Son las habilidades emocionales las que los reclutadores buscan en ti… y no siempre encuentran.
“Aunque la falta de experiencia laboral sigue siendo la primera razón para no cubrir una vacante, especialmente tratándose de jóvenes, 11% de los empresarios en México dicen no encontrar en la persona habilidades sociales óptimas para el puesto y su cultura empresarial” afirma Ivonne Vargas, especialista en recursos humanos de Bumeran.com.
Por ejemplo, los reclutadores no encuentran fácilmente candidatos con capacidad de dar una respuesta concreta ante preguntas específicas o para argumentar, identificar y hablar de sus pasiones con fluidez y mostrar proactividad desde el primer contacto que se tiene con ellos, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre habilidades en el trabajo.
Puedes tener a dos o más personas de la misma carrera, sentadas frente al reclutador, y sólo una de ellas demostrará habilidad para autogestionarse, autovenderse y creer lo suficiente en sí como para sobresalir de otros aplicando al puesto.
Para enfrentarte a esta situación, y llegar a la ‘batalla’ con un argumento personal de ¿qué te hace diferente?, el portal de empleo Bumeran.com, te comparte algunos ejemplos de cuáles son las conductas asociadas a las habilidades emocionales:
Demuestra que sabes trabajar en equipo
- Cuenta alguna situación en que negociaste con otros y resolviste un conflicto.
- Escuchar a los demás. ¿Qué aprendiste de eso?
- Saber anteponer objetivos del equipo frente a los personales.
- Refleja interés por adaptarte a diferentes formas de trabajo.
Otra habilidad social es la ‘imagen personal’, ejemplos de esto son:
- Facilidad de palabra. Las entrevistas de trabajo difícilmente se reducen a responder ‘sí’- ‘no’, pero tampoco se trata de hacer un monólogo personal. Deja que el empleador hable y, en ese ejercicio, es clave, identificar qué situaciones generan interés.
- Puntualidad. Llega 10 -15 minutos antes de la cita, excederse en este tema (40 minutos, 1 hora antes) tampoco beneficia.
- Saber tratar a un cliente. Esto pudiste haberlo desarrollado en tus primeros empleos o experiencias académicas.
- Vestimenta y arreglo personal congruente con la empresa.
- Carisma. Crear empatía con quien escuchará sobre tu experiencia es vital, si conoces sobre el puesto, la industria, el empleado, encontrarás el dato para desarrollar una conversación de interés.
Para demostrar ‘emprendimiento’, busca experiencias sobre:
- Detectar oportunidades parar mejorar algún aspecto de trabajos anteriores, o algo ocurrido en la escuela.
- Generación de nuevas ideas. ¿Cómo lo has hecho y por qué?
- Adaptación de ciertas prácticas de un escenario a otro.
Las destrezas técnicas se aprenden en el trabajo, y eso lo sabe el empleador. Pero, las habilidades emocionales, además de ser desarrolladas desde la escuela, requieren de un trabajo individual en reconocer donde hay fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad.
Invertir en ello es indispensable si se considera que en tu vida laboral podría haber más de ocho cambios de carrera, y hay que tener herramientas emocionales para enfrentarlos y explicarlos ante un reclutador.
Actualidad Laboral / Con información de América Economía