Aumentan las vacaciones silenciosas (del inglés quiet vacation): los empleados se toman vacaciones en secreto o utilizan herramientas para eludir el software de control.


Nolan Church, cofundador y consejero delegado de FairComp y Continuum y anterior responsable de talento de DoorDash, afirma que la erosión de la confianza de los directivos en las personas empleadas conduce a este mal comportamiento.


"Las vacaciones silenciosas están ocurriendo por dos grandes razones: malos gerentes que gestionan al mínimo común denominador y la adopción de rasgos de paternidad pedante en el mundo laboral, especialmente en tecnología", argumenta.


En una encuesta realizada en 2023 por ResumeBuilder.com a 1.000 líderes empresariales estadounidenses, el 96% de los encuestados que trabajaban en organizaciones con una plantilla principalmente remota o híbrida afirmaban que sus empresas utilizaban algún tipo de software de supervisión de empleados.


Business Insider ha informado anteriormente de que grandes empresas como Amazon y JP Morgan controlan la frecuencia con la que los empleados acuden a la oficina o incluso implementan un software en los dispositivos de los trabajadores que activa micrófonos y cámaras web sin que los usuarios lo sepan.


En un estudio reciente de casi 2.000 empleados de EEUU y el Reino Unido, el 53% de los trabajadores estadounidenses considera que sus empresas no son abiertas y transparentes en lo que respecta a la vigilancia en el lugar de trabajo, y el 71% de los británicos opina que no es ético.


Y, como adolescentes rebeldes, algunos empleados están recuperando su tiempo.


Church declara a Business Insider que las dos tácticas principales que están utilizando los trabajadores para recuperar su autonomía son "instalar dispositivos para mover el ratón e iniciar reuniones de Zoom o Microsoft Teams con ellos mismos, porque así mantienen el ordenador encendido y parece que el empleado está activamente en su ordenador".


Este medio ha informado anteriormente sobre empleados que utilizan este tipo de dispositivos (ratón jiggler) y otros métodos para tomarse vacaciones secretas o trabajar en varios puestos a la vez.


Las vacaciones silenciosas son un signo de mala cultura y gestión de la empresa


Church reconoce que existen empleados que buscan hacer lo mínimo, pero sostiene que la mayoría no entran en esta categoría.


"¿Qué significa que un empleado siente que no puede tomarse un día más de vacaciones o tiene que escabullirse para irse de vacaciones? No confía en su empleador, y eso en última instancia es una relación tóxica", señala.


En su opinión, tratar a unos pocos malos actores con una solución de vigilancia general es una "forma terrible de gestionar" y podría repercutir negativamente en los trabajadores de alto rendimiento.


Church afirma que implantar herramientas de vigilancia envía un mensaje equivocado a los empleados. Les dice: "Tengo que asegurarme de que estás en tu mesa durante tus horas de trabajo, y te estoy pagando para que tengas el culo en un asiento", comenta a Business Insider.


Incluso en empresas distribuidas por todo el mundo, Church subraya que un liderazgo adecuado es clave para evitar un entorno de bajo rendimiento.


Los empleados deben tener metas y objetivos claros, y las empresas deben medir el rendimiento de los trabajadores en función de esas métricas, según el ejecutivo.


Church señala que la confianza es una vía de doble sentido. En su opinión, los empleados deben ser transparentes con sus jefes a la hora de pedir o necesitar tiempo libre y no deben "dar por sentado que el empresario va a decir que no" sin avisar con la debida antelación.


Castigar a los empleados de alto rendimiento por tomarse uno o dos días de vez en cuando puede hacer que los mejores talentos busquen oportunidades en otros lugares, por lo que Church insiste en que se trata de encontrar un equilibrio.


Church indica que, como consejero delegado, si descubriera que un empleado de alto rendimiento no ha estado en su mesa durante un periodo determinado, no haría gran cosa. Según él, los empleados de alto rendimiento reciben un "trato especial": "No se les paga por estar en sus puestos; se les paga por los resultados que pueden ofrecer".


Sin embargo, aunque alguien sea el que más rinde, si deja tirados a sus compañeros o clientes, "ese no es un comportamiento de alto rendimiento", distingue Church. "En ese caso, lo que yo haría es entregar muy claramente retroalimentación sobre el comportamiento que se experimenta versus el comportamiento que se esperaba", propone.


Para los empleados de rendimiento medio y bajo, hay dos caminos que la dirección puede tomar si encuentran a alguien lejos de su escritorio durante períodos prolongados, indica a este medio: "Una es la política de tolerancia cero, en la que se pasa inmediatamente al despido. El otro camino es documentar la infracción y dar una oportunidad para mejorar".


Church sostiene que es importante dar a los empleados la oportunidad de confesar si son descubiertos.


Si un empleado confiesa, "documenta el motivo y comunícale que esperas que mejore y sé claro al respecto", recomienda. Si mienten, entonces sería motivo de despido.


"Esta brecha entre empresarios y empleados se debe a la falta de confianza de ambas partes, y este tipo de técnicas de vigilancia no ayudan a cerrarla", subraya el directivo.


Las empresas deben, ante todo, fomentar y apoyar una buena gestión.


"La gente no es tonta. Encontrarán formas de saltarse el sistema si sienten que no se les trata como adultos", concluye.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider