Conocer la opinión que tienen tu jefe y tus compañeros sobre tu forma de trabajar, te ayudará a desarrollar tu carrera y a avanzar en tu empresa.
Haber estudiado en alguna de las universidades con mejor reputación, ser experto en un área muy demandada o dominar varios idiomas. Todo esto te puede abrir muchas puertas en el mercado laboral, pero de poco sirve si tu actitud en la oficina no es la correcta o si a tu jefe y a tus compañeros no les gusta tu forma de trabajar. Es cierto que no se puede vivir siempre de la opinión de terceros, pero conocer las impresiones de aquellos con los que trabajas diariamente, te ayudará a avanzar en tu empresa.
"Por muy competente que sea una persona, si su comportamiento ante su trabajo es conflictivo, todas sus competencias no servirán absolutamente para nada. Por ello, hay determinadas actitudes que no se perdonan como la negatividad, la crítica destructiva, la falta de compromiso, el individualismo o la falta de respeto", manifiesta Genoveva Vera, coach ejecutiva experta en liderazgo. Todo ello ocasionará una situación de rechazo, ya que nadie quiere estar cerca de compañeros en los que no puede confiar. Lo mejor en estos casos es mantener una conversación con tu jefe enfocada en tu trabajo diario y en tu relación con el resto del equipo.
Pero no hace falta llegar a momentos tan extremos para que hables con tu superior y así conocer su opinión. Por ejemplo, puedes hablar con él para expresarle tus deseos de crecimiento y de mejora profesional, y aprovechar esa conversación para pedirle que te explique si está conforme con tu rendimiento. "También está muy bien visto que le propongas que sea tu mentor en algún área en la que quieras mejorar y en la que él sea experto. No se trata de hacer la pelota, sino de aprovechar la experiencia que tienen los superiores", añade Vera.
Además, no hay por qué esperar a las entrevistas de final de año para recibir la valoración del jefe, ya que se pueden estar cometiendo errores y no ser consciente de ello. "Acostumbrarnos a pedir un análisis sobre nuestro rendimiento de forma periódica- por ejemplo, una vez al trimestre-, ayuda a evitar sorpresas de última hora y genera una cultura de feedback que se convierte en un claro impulso en la organización", asegura Luis Goyanes, director de People Excellence, quien matiza que para que esa conversación sea productiva debe enfocarse hacia el futuro.
A la hora de dirigirte a tus compañeros has de pedirles que sean constructivos, así como que destaquen las funciones que haces bien para que puedas seguir reforzando esas cualidades. Según Goyanes, se debe realizar un ejercicio de feedback cruzado para que todos expresen sus impresiones: "Puede ser una reunión específica en un contexto informal en la que se analicen las áreas a mejorar y se potencie la relación de equipo".
Actualidad Laboral / Con información de Expansión