Cada vez más compañías tech ofrecen vacaciones pagadas ilimitadas como beneficio a sus empleados. Según datos del portal de empleo Indeed recogidos por Quartz, entre 2015 y 2019 el número de ofertas con este beneficio en Estados Unidos aumentó un 178%. Y otros estudios realizados en el país norteamericano apuntan en la misma dirección, aunque con cifras más modestas.


Días libres sin límite. La premisa de este beneficio laboral es sencilla: el empleado no tienen un número de días fijos de vacaciones pagadas asignado, puede cogerse cuantas quiera con la única limitación de que debe coordinarse con el resto de trabajadores de su equipo o de la empresa para asegurar que el negocio siga adelante sin notar su ausencia.


Desde Indeed señalan que este tipo de beneficios se suelen dar, sobre todo, en empresas que trabajan por objetivos, principalmente tecnológicas pero no sólo de ese sector, y en las que ya se han adoptado otras medidas de flexibilidad laboral y horaria.


Quiénes lo ofrecen. Algunas de las primeras compañías que ofrecieron vacaciones ilimitadas a sus empleados fueron Uber (que sepamos sólo en Estados Unidos) y Netflix (en todo el mundo). A estas siguieron compañías como Glassdoor, Hubspot, Dropbox o VMware, aunque sólo en EEUU.


¿Es realmente un beneficio?. Esta medida, que de primeras parece enormemente ventajosa para el empleado, puede estar siendo impulsada por algunas empresas de Estados Unidos para que sus trabajadores se cojan, paradójicamente, menos días libres de los que se tomarían si tuviesen un número fijo asignado.


Un estudio de la consultora de recursos humanos Namely señala que los trabajadores de empresas que ofrecen este beneficio en Estados Unidos cogen menos vacaciones (13 días de media al año) que aquellos que tienen un número limitado asignado (15 días). Esto se puede deber a que los empleados tienen una gran carga de trabajo que les retiene, a que la competencia entre compañeros es alta o a que tienen miedo de que los jefes piensen que no están del todo comprometidos, entre otros factores.


Esto sucede porque el país norteamericano es el único de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que no contempla un periodo mínimo de vacaciones pagadas y obligatorias en su legislación, por lo que la asignación de estas queda en manos de las empresas a la hora de negociar las condiciones laborales con el profesional. Así, si la compañía ofrece flexibilidad en los días libres, la responsabilidad, así como la presión por no excederse, recae sobre el empleado, lo que puede acabar consiguiendo que trabaje más que si establece un número fijo en el contrato.


En otras legislaciones como la española, por ejemplo, “el periodo de vacaciones anuales retribuidas, no sustituibles por compensación económica, será pactado en el convenio colectivo o contrato individual, en ningún caso la duración será inferior a los 30 días naturales” o, lo que es lo mismo, 22 días laborales.


De esta forma, en España las ventajas para los empresarios que sugiere el estudio de Namely no son tan importantes como pueden serlo en un mercado laboral menos regulado como el estadounidense, ya que el Estatuto de los Trabajadores obliga a los empleadores a proporcionar un periodo mínimo de vacaciones pagadas amplio.


Actualidad Laboral / Con información de Xataka