Es claro que cuando existen discusiones en el equipo de trabajo o personales, las personas son menos propensas a tomar buenas decisiones; sin embargo, evitarlas es imposible, pues es una condición del ser humano.
El portal Business Insider enlista las razones por las que las personas llegan al punto del conflicto. Algunas parecen más que obvias, pero en ocasiones no llegan a ser percibidas.
Existe poder, pero no respeto: Otorgarle poder a quien es percibido como “no merecedor” de alguna posición produce círculos viciosos de conflictos interpersonales y comportamientos humillantes.
Falta de sueño: No dormir bien tiene toda clase de efectos negativos, pero está comprobado que el insomnio provoca que las personas sean menos propensas a ser amables y cálidas con las demás. Esto significa que probablemente se generen más peleas.
Ser racionales: Parece que la objetividad y racionalidad te hace más propenso a discutir. La gente siempre utiliza todos sus recursos mentales tratando de superar los argumentos del oponente. De hecho, no utilizan algo para examinar el valor de las propuestas de otros.
Falta de autoamabilidad: Las personas con baja autocompasión son susceptibles a rebajar sus propias necesidades sobre las de los otros cuando se encuentran en un conflicto.
Poca autenticidad: Las personas que sienten que no están encubriendo sus sentimientos en un conflicto pueden resultar ganadores sin sentirse culpables después. Es necesario tener firmeza cuando tus necesidades no se adapten a las de los demás.
Actualidad Laboral / Con información de Mundo Ejecutivo