Qatar abolió el jueves la obligación de presentar una visa de salida para casi todos los trabajadores inmigrantes, una decisión descrita como un “hito” por la organización de Naciones Unidas para el empleo, dentro de sus esfuerzos de hacer reformas antes del Mundial de fútbol de 2022.
El decreto ministerial permite a casi todos los trabajadores inmigrantes en Qatar abandonar el país sin necesidad de obtener antes una autorización de sus empleadores. Las visas de salida formaban parte del sistema de “kafala”, que según sus detractores restringía los derechos de los trabajadores y provocaba abusos.
Sin embargo, Human Rights Watch describió las reformas como “decepcionantes” y señaló que dejaban intacto buena parte del sistema de “kafala”.
Qatar cambió sus leyes laborales en octubre de 2018 para eliminar el requisito de los permisos de salida para la mayoría de los trabajadores del sector privado. La nueva medida amplía ese derecho a personal doméstico y del sector público, la industria de gas y petróleo, personas que trabajan en el mar y jornaleros agrícolas.
El decreto es “otro importante paso tomado por el gobierno de Qatar para crear un sistema laboral moderno que refuerza las leyes laborales de Qatar y protege los derechos de todos los trabajadores expatriados”, indicó el gobierno en un comunicado.
El texto no afecta a los miembros de las fuerzas armadas, señaló el comunicado, y las empresas pueden designar a un 5% de su plantilla que necesitaría aprobación previa para marcharse debido a su importancia en la gestión de la compañía. Los empleados domésticos “deben” notificar su marcha a sus empleadores con 72 horas de antelación.
La Organización Internacional del Trabajo celebró los cambios
“La OIT recibe con agrado estos cambios, que beneficiarán a muchos trabajadores inmigrantes en Qatar”, dijo Houtan Homayounpour, responsable del organismo de la oficina de la OIT que trabaja con Qatar. “La retirada de los permisos de salida es un importante hito en la agenda de reformas laborales del gobierno”.
Hace tiempo que los grupos de derechos humanos acusan a Qatar y otros países ricos del Golfo Pérsico -que son muy dependientes de la mano de obra inmigrante- de abusos laborales. Qatar acogerá el Mundial de fútbol de 2022, lo que ha llamado la atención sobre sus prácticas y parece haber alentado reformas.
HRW dijo que las nuevas medidas se quedan cortas y que Qatar también ha tardado en introducir otras reformas, como los cambios referentes al consentimiento de los empleadores para cambiar de trabajo y un salario mínimo permanente sin discriminaciones.
“Incluso si el gobierno catarí introdujera plenamente estas reformas prometidas, seguiría sin suponer el fin del explotador sistema de kafala”, afirmó Hiba Zayadin, investigadora de HRW.
Los trabajadores, señaló, siguen vinculados a sus empleadores en términos de su situación legal en el país y aún pueden ser detenidos y deportados si dejan a su empleador sin permiso.
Actualidad Laboral / Con información de AP