27-07-2017
El gobierno británico ordenó un estudio sobre la contribución de ciudadanos de la Unión Europea a la economía, mientras estudia cómo estructurar su sistema de inmigración tras abandonar el bloque.
Más de 3 millones de ciudadanos de otros países de la UE viven en Gran Bretaña, y muchos sectores de la economía dependen de los trabajadores extranjeros.
El gobierno necesita “la imagen más precisa posible de hasta qué punto emplea la economía británica mano de obra de la UE”, indicó el jueves la secretaria de Interior, Amber Rudd. El estudio se ha encargado a un grupo independiente, el Migration Advisory Comittee.
El gobierno afirma que pondrá fin a la libertad de movimiento _un pilar clave de la UE_ e impondrá controles de inmigración después del Brexit. Pero las empresas dicen que no está claro qué ocurrirá cuando Gran Bretaña deje de ser un miembro de la UE en marzo de 2019.
“Gran Bretaña debe seguir siendo un centro de talento internacional”, dijo Rudd al diario Financial Times. “Debemos seguir atrayendo a los mejores y más brillantes migrantes de todo el mundo”.
Rudd dijo que la salida del bloque no será una “caída libre”, lo que sugería un periodo de transición. Sin embargo, el ministro de Inmigración, Brandon Lewis, dijo el jueves que la libertad de movimiento terminaría en la primavera de 2019.
Las voces críticas señalan que el gobierno ha encargado con retraso el estudio, que no se entregará hasta septiembre de 2018, seis meses antes del plazo límite para el Brexit.
Actualidad Laboral / Con información de AP