En su análisis “Remesas en crisis – Cómo mantener el flujo de las mismas”, la Organización Internacional para los Migrantes -OIM- destaca que el flujo financiero transfronterizo se podría ver mermado debido a que muchos migrantes se están quedando sin empleos, se reducen sus ingresos o se quedan varados en sus países de acogida con poco o ningún apoyo, por lo que no pueden enviarles dinero a sus familias en sus países de origen.
Se estima que el 75% de los migrantes del mundo trabajan en países donde se han reportado tres cuartas partes de los casos del Covid-19 en el mundo. El 90% de las remesas globales son enviadas por migrantes de estos países. En este contexto, el organismo alertó que una reducción en las remesas podría tener importantes efectos en todas las economías y comunidades locales, resultando en una disminución en la inversión productiva, el gasto en consumo y el acceso a los servicios de educación y salud.
“Mientras anticipamos una fuerte desaceleración económica a nivel mundial, nuestra preocupación es que puede darse un efecto colateral aún más fuerte para las economías, comunidades y familias que dependen de las remesas en términos de empeorar el acceso a la educación, la salud y la nutrición, y de resultados que agraven la situación de pobreza”, dijo el Director General de la OIM, António Vitorino.
La OIM señala que en ambos extremos el canal de remesas ha tenido dificultad para los envíos. Y es que aunado a la escasez de ingresos de los migrantes por la crisis, los proveedores de servicios de remesas han tenido que cerrar o reducir sus horas de servicio, mientras que las restricciones de movilidad y el transporte público limitado dificultan que las personas lleguen a las sucursales y a los agentes de entrada / salida.
Señala que estas restricciones de acceso son desafíos críticos para la capacidad de muchos migrantes y sus familias de enviar y recibir remesas, ya que existe una conciencia y una adopción limitadas de canales digitales.
En esa línea, alertó que una reducción en las remesas tiene el potencial de revertir el progreso de desarrollo realizado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS, por ello es crucial que se tomen medidas para garantizar que sigan fluyendo, incluso mediante el apoyo a un mayor acceso y uso de tecnologías digitales. “Las tasas más altas de inclusión financiera digital pueden mitigar esto y ayudar a mantener los flujos en canales formales”, remarca el organismo en su informe.
Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios