Robinhood dio su propio salto al mercado de valores, el mismo que ayudó a revolucionar al atraer a millones de nuevos inversionistas a Wall Street, y sus acciones oscilaban entre ganancias y pérdidas modestas en los primeros minutos de intercambio.
A las 12:50 de la tarde, la acción rondaba los 35 dólares, por debajo de sus 38 dólares iniciales, el extremo más bajo de su rango esperado, de entre 38 y 42 dólares.
Ese precio colocaba el valor total de la compañía en cerca de 32.000 millones de dólares, a la par con compañías como el fabricante de herramientas Stanley Black & Decker y la empresa de ropa y calzado V.F. Corp., cuyas marcas incluyen las botas Timberland y la ropa de calle Supreme.
Robinhood recaudó casi 1.900 millones de dólares como parte de la OPI, fondos que planea usar para expandirse y ayudar a pagar las obligaciones tributarias esperadas.
Sin embargo, es un gran momento para la empresa de rápido crecimiento con sede en Menlo Park, California, que reservó muchos de los papeles en venta para sus propios usuarios, en lugar de solo grandes inversores profesionales. Queda por ver si Robinhood podrá convencerlos de que compren sus acciones, tal como lo hizo toda una generación de inversores interesados por negociar con acciones, opciones y criptomonedas.
La compañía ha crecido de manera explosiva desde su fundación en 2013 después de eliminar las comisiones de los intermediarios y hacer que invertir en acciones sea sencillo e incluso divertido con su app para dispositivos móviles. Más de la mitad de sus clientes son inversionistas nuevos, pero Robinhood también ha recibido críticas de usuarios y reguladores junto a una larga lista de controversias en menos de ocho años de existencia.
Para la oferta pública inicial, Robinhood Markets y tres de sus ejecutivos pusieron a la venta en la bolsa Nasdaq hasta 60,5 millones de acciones bajo el símbolo de cotización “HOOD”.
Actualidad Laboral / Con información de AP