La rapidez con la que se sucede el progreso tecnológico genera inevitables inquietudes. Una de ellas tiene que ver con el empleo. Una vez que la inteligencia artificial sea lo suficientemente inteligente, ¿acabará sustituyendo a los trabajadores? Lo cierto es que aún no somos capaces de imaginar qué profesiones e industrias generarán los nuevos puestos de trabajo. Más a corto plazo, una macroencuesta internacional elaborada por Accenture Strategy concluye que el impacto en el empleo será, de hecho, positivo.
El informe Reworking revolution revela que dos tercios de las empresas españolas encuestadas -el 62% a nivel internacional- prevén un crecimiento neto de sus plantillas en los próximos tres años. Aún más, la colaboración entre inteligencia artificial y humanos "desatascará" nuevo valor económico. Según Accenture Strategy, una mayor inversión en inteligencia artificial podría elevar los ingresos de las organizaciones un 38% para el año 2022 e impulsar el empleo un 10%. Esto equivaldría a 7.500 millones de dólares y 5.000 puestos de trabajo para una compañía media del S&P 500. También se produciría una mejora en la rentabilidad de 880 millones de dólares.
Reinvertir en innovación
La hipótesis que se extrae de la encuesta elaborada por Accenture Strategy es que la mayor eficiencia y productividad que aportan las nuevas tecnologías inteligentes deriva en un beneficio económico que puede ser reinvertido en el crecimiento. ¿Cómo? A través del diseño de nuevas experiencias de cliente, el lanzamiento de nuevos productos y servicios, o la creación de un nuevo modelo de negocio. Esta evolución tendría un evidente impacto en la fuerza de trabajo, que necesariamente tendrá que adaptarse a las nuevas tareas. Para esta consultora, el mayor valor no se extraerá de la sustitución de personal por máquinas, sino de la colaboración de ambos.
Buenas noticias: el 54% de los ejecutivos entrevistados por Accenture Strategy en 11 países del mundo afirma que la colaboración entre humanos y máquinas es importante para cumplir con sus objetivos estratégicos, el 72% considera que la adopción de tecnologías inteligentes será crítico para la diferenciación de su marca, y el 63% prevé mejorar sus resultados económicos como fruto del empleo de la inteligencia artificial.
Recomendaciones
Se creará empleo, pero este deberá reconfigurarse. Casi la mitad (el 46%) de los directivos reconoce que las descripciones de sus vacantes se han quedado obsoletas. En este contexto, la consultora tecnológica aporta varias recomendaciones:
Reimaginar el trabajo. Esto incluye actualizar las descripciones de los puestos e identificar qué nuevas capacidades exigen cada uno de los empleos. Pero sobre todo, supone dejar de pensar en 'puestos de trabajo', sino en 'tareas'. Esta nueva concepción ayudaría a asignar personas a las distintas tareas y a balancear, para cada una de ellas, la integración de la automatización.
Pivotar. Accenture se refiere aquí a aprovechar la plantilla existente, junto con las nuevas incorporaciones, para llevar a cabo las diferentes tareas, siguiendo una cultura ágil que favorezca la experimentación, el trabajo por proyectos, etcétera.
Invertir en nuevas capacidades. Por último, para conseguir ese esperado crecimiento, será necesario que las organizaciones inviertan en la adopción de nuevas tecnologías, así como en la formación de su plantilla. "No se trata de que los baby boomers sean expertos tecnológicos, sino de que aprendan a trabajar con tecnologías inteligentes", explica Alberto Zamora, managing director de Accenture Strategy.
"Las previsiones de crecimiento y contratación sólo se cumplirán si las empresas invierten -en formación y en la adopción de nuevas tecnologías- al nivel de los top performers", advierte Zamora. Pese a la importancia que conceden las empresas y sus ejecutivos a la adopción de la inteligencia artificial, sólo el 3% de las firmas prevé incrementar la inversión en formación interna en los próximos tres años. Para Zamora, este dato no es necesariamente negativo. "El importe total no es tan relevante como a qué tipo de formación va a parar esa inversión", apunta.
"Los trabajadores son aliados en esta revolución organizativa"
Como consecuencia de la revolución que trae la inteligencia artificial, la mayor parte de los empleos se van a ver reconfigurados. ¿Qué tareas ejecutarán las personas, y cuáles las máquinas? ¿Qué será de los trabajadores más veteranos, que no comparten con los 'millennials' su familiaridad con las nuevas tecnologías? "La plantilla 'legacy' -los séniors- aportan conocimiento del mercado y otras capacidades muy valiosas, pero éstas deben ser complementadas con una formación en el manejo de ciertas tecnologías inteligentes", afirma Alberto Zamora, 'managing director' de Accenture Strategy. Zamora destaca una de las conclusiones del informe internacional 'Reworking revolution': "Entre los trabajadores parece que pesan más las oportunidades que les aporta el manejo de la tecnología, que el miedo a quedar desbancados". En concreto, el 62% de los trabajadores (el 72% en España) considera que el uso de inteligencia artificial impactaría de forma positiva en su día a día. Y el 82% cree firmemente que estas tecnologías les ayudarán a ahorrar mucho tiempo en los próximos tres años. "Estos datos son relevantes porque indican que los ejecutivos pueden contar con los trabajadores como aliados en esta revolución organizativa", concluye Zamora.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión