El asesinato del columnista saudí Jamal Khashoggi, en un año en el que más de la mitad de los periodistas muertos en ejercicio fue objeto de un ataque deliberado, refleja el odio a los medios de comunicación en muchas áreas de la sociedad, dijo el martes Reporteros sin Fronteras (RSF).
Al menos 63 periodistas profesionales de todo el mundo murieron haciendo su trabajo en el 2018, dijo RSF, lo que implica un aumento del 15 por ciento respecto al año pasado. El número de víctimas fatales aumenta a 80 cuando se incluye a todos los trabajadores de los medios de comunicación y los periodistas ciudadanos.
“El odio a los periodistas que se expresa (...) por políticos, líderes religiosos y empresarios inescrupulosos tiene consecuencias trágicas en el terreno, y se ha reflejado en este aumento inquietante de violaciones contra periodistas”, dijo el Secretario General de RSF, Christophe Deloire, en un comunicado.
Khashoggi, una persona con llegada al reino que se convirtió en crítico del príncipe heredero Mohammed bin Salman y comenzó a escribir para el Washington Post después de mudarse a Estados Unidos el año pasado, fue asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul en octubre.
La muerte de Khashoggi provocó indignación global. Los funcionarios saudíes han rechazado las acusaciones de que el príncipe heredero ordenó su muerte.
El organismo con sede en París dijo que los tres países más peligrosos para los periodistas para trabajar son Afganistán, Siria y México. Mientras que el tiroteo de cinco empleados del periódico Capital Gazette impulsó a Estados Unidos a las filas de los países más peligrosos.
La organización para la libertad de prensa dijo que 348 periodistas están detenidos en todo el mundo, en comparación con 326 un año atrás. China, Turquía, Irán, Arabia Saudita y Egipto tienen más de la mitad de los periodistas encarcelados en el mundo.
Este es el informe completo:
Actualidad laboral / Con información de Reuters