Si bien la habilidad de venderse como profesionista no sustituye la importancia de las competencias, en un mundo del trabajo competido, la autopromoción puede ser la diferencia en el acceso a oportunidades laborales.


Saber venderse o tener competencias laborales de alta demanda, el debate entre ambas características está presente en el mercado de trabajo, especialmente en la búsqueda de empleo. Tradicionalmente, contar con habilidades acordes a las necesidades del puesto era suficiente para acceder a una oportunidad profesional, pero hoy, la capacidad de destacar entre la multitud parece ubicarse como un mayor diferenciador.


“El mercado laboral se ha vuelto tan competitivo que, por más que seas un experto, si no sabes cómo diferenciarte y comunicar tu valor, puedes quedar fuera de las mejores oportunidades”, menciona Claudia Cárdenas, directora regional de Talent 4Process.


Indeed señala que la menos 77% de las personas que buscan empleo asegura que ha experimentado el ghosting laboral por parte de las empresas. En ese sentido, saber venderse puede evitar dicho fenómeno al capturar la atención de los reclutadores.


El concepto de venderse no solo implica una buena presentación en una entrevista, sino también el desarrollo de una estrategia coherente de marca personal. Esta estrategia incluye desde cómo se presenta una persona en redes profesionales como LinkedIn, hasta las habilidades de comunicación.


Gerardo Macías, socio de DHR Global, opina saber venderse como profesionista no reemplaza la importancia de las habilidades técnicas, pero en un mercado laboral con una oferta de talento similar, aprender a destacarse con la comunicación puede marcar la diferencia.


“El dominio técnico es una especie de umbral de entrada, lo que realmente diferencia a los candidatos no es solo lo que saben hacer, sino cómo logran comunicar ese conocimiento y demostrar que pueden ser un activo para la empresa”, expresa Macías.


Esto pone el foco en un aspecto clave, la narrativa personal, puesto que los especialistas coinciden en que no basta con saber hacer las cosas, también importa aprender a contar una historia de forma convincente.


“Los reclutadores no solo quieren escuchar que sabes programar o que manejas un software, sino que quieres saber cómo se usan esas habilidades para resolver problemas reales”, enfatiza Cárdenas.


La especialista resalta la creciente tendencia de la importancia de las habilidades blandas aplicadas en el trabajo. Si bien las competencias técnicas son necesarias, la capacidad de liderear, trabajar en equipo, y comunicarse efectivamente son diferenciadores clave en el mercado actual.


“La experiencia técnica te asegura que puedes hacer el trabajo, pero las habilidades blandas son las que te ayudarán a sobresalir y generar un impacto duradero en la empresa”, dice Cárdenas.


¿Es suficiente saber venderte?


Gerardo Macías advierte que, si bien saber venderse es una ventaja competitiva no puede reemplazar la necesidad de contar con competencias técnicas, ya que, aquellos que dominan el arte de la autopromoción sin el respaldo de habilidades reales corren el riesgo de ser descubiertos más adelante.


“Puedes entrar por la puerta si te vendes bien, pero si no puedes demostrar que tiene las competencias necesarias, no se durará mucho en la posición. Se debe de saber comunicar el valor del empleado, pero ese valor debe basarse en habilidades reales y logros tangibles”, menciona.


Cárdenas coincide en que el equilibrio entre saberse vender y tener habilidades reales es clave, ya que, la autenticidad es esencial para que la estrategia de marca personal sea sostenible a largo plazo.


La marca personal es un factor crucial para sobresalir en el mercado laboral, ya que esta debe de comunicar no solo las habilidades que tienen las personas, sino también la ética de trabajo, la actitud y valores profesionales.


Macías hace hincapié en que tener una marca personal sólida permite que las oportunidades lleguen a las personas, en lugar de buscar constantemente oportunidades o vacantes en el mercado laboral.


Saberse autopromocionar y contar con las competencias adecuadas son dos caras de la misma moneda; pero en un mercado laboral cada vez más competitivo el conocimiento técnico no basta, esto debe complementarse con la autoconfianza; también se considera la capacidad de articular claramente cómo las competencias que se posee aportan valor a la empresa y a los proyectos en el que se labora.


Ambos expertos coinciden en que el secreto del éxito profesional radica en un equilibrio entre las competencias técnicas y la capacidad de promocionarse de manera efectiva. Las compañías buscan profesionales completos, que son aquellos que no solo pueden hacer el trabajo, sino que también saben cómo comunicarse, integrarse en un equipo y liderar proyectos.


Por lo que, saber venderse en una entrevista de trabajo es, sin duda, un diferenciador en el mercado laboral moderno, pero sólo será efectivo si está respaldado por habilidades reales y una actitud auténtica.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista México