Todo trabajo tiene sus pequeñas desilusiones o molestias, hay que reconocerlo. Siempre hay días en los que se acumula un mayor índice de estrés, podemos tener una pequeña riña por desacuerdos entre diferentes miembros del equipo o simplemente tenemos un mal día. Pero hay determinados síntomas que nos indican que estamos en el trabajo equivocado.
Si sólo de pensar en la idea de volver al trabajo se nos hace un camino cuesta arriba todos los días, seguramente significa que el trabajo que desempeñas no sea el adecuado para ti. Un empleo correcto es aquel que te aporta retos que aceptas con ilusión, los cuales intentas superar buscando recursos de manera activa y sin decaer al instante.
Hay días más fáciles que otros, esto es obvio, pues sucede tanto en las empresas como en la vida diaria. Sin embargo, el trabajo adecuado es el que genera una experiencia positiva en ti. Por eso, recuperamos un post publicado por Forbes en el que se describen 5 signos que denotan la falta de encaje entre tu empleo y tú.
Cuando tu trabajo te aburre. Tu empleo debe proporcionarte retos constantes. En el momento en que tu trabajo te aburre, ya sea por su monotonía o por falta de tareas que desempeñar es mejor que planteas hacer un cambio en tu vida. El trabajo no tiene porque ser una tortura, sino que, en parte, debe convertirse en algo ocioso.
Cuando tu trabajo resulta más una molestia. Considerar que tu lugar de empleo es más una molestia y una angustia constante, mal signo. Nos pasamos un tercio del día ejerciendo estas labores, por eso, si en ningún momento experimentas un pequeño sentimiento de victoria es porque, seguramente, no es el trabajo correcto.
En el trabajo idóneo hay algo que esperar todos los días. Eso no quita que persistan algunos momentos de irritabilidad, pero hay ciertos momentos interesantes y divertidos que contrarrestan esta parte negativa.
Cuando ninguno de tus compañeros refuerza tu talento. En la empresa en la cual estés afincado como mínimo uno o dos de tus compañeros deberían tener la suficiente confianza o relación para que puedan felicitar nuestros logros. Todos los empleos nos relacionan con personas muy distintas con las que no necesariamente tenemos que congeniar. Pero sí que tener un grupo, aunque sea reducido, de compañeros con los que te complementes es positivo, pues también te hará crecer, adaptándote a nuevas personalidades, a la vez que te sentirás más a gusto.
Cuando el domingo por la noche te sientes mal al pensar en el lunes por la mañana. Si sólo de pensar en volver al trabajo te provoca malestar, estás en el trabajo equivocado. Pero tampoco te sientas mal por ello, porque muchas personas, alguna vez en la vida, han pasado por situaciones similares.
Malestar corporal. Algo totalmente definitivo para afirmar que el espacio de trabajo que ocupas no es el correcto es cuando todos estos síntomas se juntan en un malestar corporal. Dolores de cabeza, de barriga… pueden aparecer por la presión psicológica a la que estamos sometidos. “La madre naturaleza es el mejor maestro”, afirman desde el portal.
El miedo puede ser el peor aliado para identificar e incluso para poner freno a este empleo. Pero salir del trabajo equivocado es posible y si uno no se siente a gusto con las tareas que desempeña, no tiene por qué esperar.
Actualidad Laboral / Con información de Equipos & Talento