Precarización laboral, sanciones e inseguridad son los problemas que enfrenta los conductores de las plataformas digitales de entregas a domicilio y transporte de pasajeros en Ecuador.
Estos son oficios que crecieron tras la pandemia de Covid-19. Esa situación se evidencia en el hecho de que los conductores no tienen contratos laborales, trabajan más horas frente a la jornada legal, ganan menos del salario básico y no tienen seguridad social.
Lasso se reunió con Allamand y migrantes ecuatorianos en Madrid Lo dice un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre las plataformas digitales en el país. “Los ingresos descendieron a partir de la pandemia, tanto para personas en las plataformas de entrega como para las de transporte”, sostiene la OIT.
Así lo ha vivido Oswaldo González, repartidor de una plataforma de entrega a domicilio en Quito, quien dice que “nuestros ingresos dependen del número de pedidos y de las propinas“. Esto ocurre porque las aplicaciones llegan a cobrar hasta un 25% por concepto de comisión a los conductores y repartidores, afirma la OIT.
Mayor carga laboral
A pesar de recibir pocos ingresos, la mayoría de conductores y repartidores de las aplicaciones trabajan más de 45 horas por los siete días a la semana. Esto contrasta con la jornada laboral legal que rige en el país, que es de 40 horas durante cinco días a la semana.
“La aplicación obliga a trabajar viernes, sábado y domingo, en horarios de alta demanda”, afirma González. Agrega que “si no podemos trabajar en esos días u horarios, la aplicación nos baja de categoría, lo que significa que se nos asigna menos entregas“.
En eso coincide Christian Oliveros, convertido en conductor de plataformas de transporte de personas en Guayaquil, después de perder su empleo. “Sin tener seguro o un pago extra, una aplicación obliga a trabajar en la madrugada. En caso de no cumplir con esa disposición, la empresa suspende a los conductores por tres días”, sostiene Oliveros.
Él es el sustento de su esposa y sus dos hijas, cuyo nivel de vida ha disminuido. Las aplicaciones no solo obligan a trabajar en ciertos horarios, también tienen sistemas que aceptan las solicitudes sin el consentimiento de los conductores o repartidores. A ellos, algunos de los destinos les pueden resultar lejanos o peligrosos. “Una vez me tocó un pedido que estaba a 25 kilómetros y mi paga era USD 1”, señaló Oswaldo González, repartidor.
“El algoritmo controla todo, según su conveniencia”, dice la secretaria para la defensa jurídica del Frente de los Trabajadores de Plataformas Digitales de Ecuador (Frenapp), Carolina Hevia. Trabajo inseguro Las horas de mayor demanda son las nocturnas, que también resultan más peligrosas. “Una noche, por el Puerto Santa Ana (Guayaquil), un hombre se subió al vehículo, pero no coincidía con el nombre de quien hizo el pedido. Luego otros dos hombres intentaron ingresar y querían que los lleve a Las Malvinas, donde asaltan”, dice Oliveros.
González coincide en que trabajar en las aplicaciones resulta un trabajo inseguro y peligroso. Hace pocos meses sufrió un accidente mientras llevaba un pedido en la noche. Un vehículo lo chocó, rompiéndole el fémur y dañando su motocicleta. “Después de ganar un juicio, quien me chocó tuvo que pagar los daños de la motocicleta, mis gastos médicos y tres salarios mínimos, por el tiempo que tuve de reposo”, afirma González.
A pesar de ser un accidente laboral, González no lo reportó. ¿Por qué? Debido a que conoce casos de compañeros que por accidentes han perdido partes de su cuerpo y no han sido atendidos. A eso se suma el hecho de que González no existe en la plataforma, como muchos otros. Ante el bloqueo de las cuentas, debido a reclamos de clientes, problemas con el sistema y falta de documentos, como licencia de conducir o pasaporte vigente; los conductores y repartidores “alquilan” perfiles de otras personas en las plataformas digitales. “Pedí evidencia de un supuesto incumplimiento, que derivó en el bloqueo de mi cuenta, pero no tuve respuestas”, dice González, quien agrega que cuando los clientes no reciben los pedidos, las aplicaciones debitan el dinero a los repartidores.
Sin oportunidades
Pese al deterioro de las condiciones de trabajo, González, técnico en informática; y Oliveros, asesor comercial; no han cambiado de actividad debido a la falta de oportunidades laborales en Ecuador. Apenas tres de cada 10 personas en edad de trabajan en Ecuador tienen un empleo adecuado, con el que perciben, por lo menos, el salario básico, de USD 425. Por eso, “el 42% de conductores y repartidores afirma que accede a las plataformas digitales porque no tienen mejores opciones”, sostiene Karina Morillo, analista de investigación de Grupo Faro. Grupo Faro es un centro de investigación que participó en el estudio de la OIT.
Las aplicaciones resultan una alternativa para obtener dinero, porque tienen pocas barreras de ingreso, explica la directora de Investigación y Evaluación de Políticas Públicas y Programas en Grupo Faro, María Caridad Ortíz.
En ese contexto, urge una regulación que garantice los derechos mínimos laborales, como el acceso a la seguridad social, de los conductores y repartidores de las plataformas digitales, sostiene Ortíz. Desde agosto de 2021, la Asamblea Nacional debate un proyecto de ley para mejorar las condiciones de trabajadores de plataformas, considerados “contratistas independientes”. Con esa clasificación las empresas no están obligadas legalmente a proteger a los trabajadores.
Hasta el momento, los legisladores no han sido capaces de formular una propuesta legal que incluya el trabajo por horas, y el cumplimiento de las condiciones de trabajo justo en estas plataformas, afirma un análisis de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y la Universidad de Oxford. Ante la falta de una normativa, los conductores y las organizaciones han solicitado al Ministerio de Trabajo realizar inspecciones a las plataformas, lo que no ha ocurrido, dice Hevia y Grupo Faro. Agregan que esa Cartera de Estado tampoco quiere cumplir el derecho de libertad sindical de los conductores y repartidores de plataformas digitales.
Actualidad Laboral / Con información de Primicias