En los últimos años, la automatización ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en un factor clave de transformación en casi todos los sectores. Este fenómeno, que David Shapiro y Daniel Kaer llaman el “Acantilado de la Automatización”, es la línea que marca el momento en el que las máquinas empiezan a superar a los humanos en múltiples aspectos: mejor, más rápido, más barato y más seguro. La gran pregunta es: ¿qué nos espera a medida que cruzamos este acantilado?
Un cambio de paradigma en el mercado laboral
Durante décadas, los avances tecnológicos se han visto como herramientas para mejorar la eficiencia humana. Sin embargo, el desarrollo de robots autónomos y sistemas de inteligencia artificial ha llevado la automatización a un punto en el que muchas tareas que antes requerían intervención humana ahora pueden ser realizadas completamente por máquinas. Sectores como la manufactura ya han visto esta transición, y ahora otros, como la construcción, también están sintiendo el impacto.
El caso de la construcción es particularmente relevante. Los expertos predicen que robots especializados podrían reducir los costos de construcción en hasta un 50%, haciendo que la vivienda sea más accesible. Pero esto también plantea preguntas sobre el futuro de los trabajadores en estos sectores. ¿Qué sucederá cuando los robots hagan el trabajo más rápido y barato?
A pesar de este avance, no todos los trabajos están en peligro inmediato. Profesiones que requieren licencias y habilidades complejas, como los electricistas, los plomeros y los médicos, han sido más resistentes a la automatización. En parte, esto se debe a la dificultad de replicar las decisiones y habilidades humanas en situaciones dinámicas y diversas.
Sin embargo, incluso estas áreas podrían experimentar un cambio a largo plazo. Con el tiempo, la automatización también podría reducir la demanda de profesionales altamente capacitados a medida que los sistemas mejoren y se regulen las tecnologías que permiten una automatización más segura y eficiente. Este fenómeno podría redefinir el mercado laboral tal como lo conocemos.
Impacto económico y nuevas oportunidades
A pesar de los temores sobre el desempleo masivo, hay indicios de que la automatización también podría impulsar el crecimiento económico. Con un aumento en la producción y una reducción en los costos, las empresas tendrían la capacidad de reinvertir en nuevos proyectos, lo que generaría más oportunidades para trabajadores en áreas emergentes. Por ejemplo, los sectores relacionados con la creatividad, la enseñanza y el desarrollo personal están mostrando un crecimiento sorprendente.
Personas que antes trabajaban en campos tecnológicos están descubriendo que pueden ganar más dinero enseñando habilidades de vida y bienestar personal. Casos como el de Matt D’Avella, un creador de contenido que enseña minimalismo, o Jay Shetty, un ex monje que ahora se dedica a difundir mensajes de propósito y sabiduría, demuestran cómo la automatización está cambiando el tipo de trabajo que valoramos como sociedad.
Preparándonos para la economía post-laboral
No cabe duda de que el futuro del trabajo está cambiando. A medida que avanzamos hacia una economía post-laboral, es fundamental que la sociedad se prepare para estos cambios. En lugar de resistir la automatización con regulaciones estrictas, debemos buscar formas de aprovecharla para mejorar nuestras vidas. Esto implica educar a la fuerza laboral, redefinir nuestras prioridades y adaptar las políticas sociales a una nueva realidad.
La próxima década será crucial para determinar si la automatización nos libera o nos lleva al caos. Todo dependerá de cómo logremos equilibrar los beneficios económicos con el bienestar humano.
Actualidad Laboral / Con información de Diario Bitcoin