En Europa, la clase media se contrajo de 2,3 por ciento entre 2004 y 2011 y, según los últimos datos disponibles, ha seguido reduciéndose desde entonces, constata un nuevo estudio comparativo de la OIT.
Según la nueva publicación
Europe’s Disappearing Middle Class? Evidence from the World of Work (¿Está desapareciendo la clase media en Europa? Evidencias del mundo del trabajo), el deterioro es aún más grave en países como Alemania y Grecia. El estudio es una publicación conjunta de la OIT y Edward Elgar Publishing en el marco de un proyecto financiado por la Comisión Europea.
La clase media central – definida como quienes tienen un ingreso entre 80 y 120 por ciento de los ingresos medios – representa entre 23 y 40 por ciento de los hogares de la Unión Europea.
La clase media más numerosa todavía se encuentra en Dinamarca y Suecia (con 40 y 39 por ciento respectivamente), mientras que Letonia (23 por ciento) y Lituania (24 por ciento) tienen las tasas más bajas.
“Los países con una clase media más consistente se caracterizan por un número más alto de adultos trabajadores en los hogares y por un incremento del número de hogares con un doble ingreso”, explicó Daniel Vaughan-Whitehead, Economista principal de la OIT y editor de este libro.
Por ejemplo, el rápido crecimiento de la clase media en España desde los años 1980 puede ser explicado principalmente por el espectacular incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral.
“Esto significa además que un ingreso puede ya no ser suficiente para seguir perteneciendo a la clase media. En algunos casos, determinadas profesiones como los maestros y los médicos, que normalmente están asociados a la clase media y que por lo general emplean mujeres, pueden no pertenecer más a la categoría de ingresos medios”, agregó Daniel Vaughan-Whitehead.
Son necesarias respuestas políticas específicas
La erosión de la clase media en el mundo del trabajo ha sido el resultado de un conjunto complejo de factores, cuya importancia relativa varía según el contexto nacional. En algunos países, salarios más bajos y la disminución del empleo en el sector público – que ha afectado más la participación de la mujer en este sector – dio origen al deterioro de la clase media. En otros países, la migración de determinadas categorías de trabajadores y profesiones ha desempeñado un papel importante. También se constató que los empleos de menor calidad y el crecimiento del sector mal remunerado son factores determinantes, así como el debilitamiento progresivo de los mecanismos de negociación colectiva. Por el contrario, las relaciones laborales estables – como se observaron en los Países Bajos, Suecia, Bélgica y Francia – permitieron una mayor estabilidad de la clase media en esos países.
El libro incluye capítulos dedicados específicamente a Alemania, los Estados bálticos, Bélgica, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Portugal, España, el Reino Unido y Suecia.
“La erosión de la clase media es alarmante, en particular porque afecta sobre todo a los jóvenes, generando así una brecha del ingreso entre generaciones. Por lo tanto, el aumento de las desigualdades y la progresiva erosión de la clase media precisan de una acción política dirigida específicamente a detener esta tendencia. Esto no sólo contribuiría a mejorar el nivel de vida sino también a impulsar el crecimiento económico duradero”, concluyó Heinz Koller, Asistente al Director General de la OIT y Director Regional para Europa y Asia Central.
Actualidad Laboral / Con información de Nota de Prensa OIT