En medio del debate sobre lo que está pasando con el mercado laboral en Colombia, la atención de los expertos en los últimos días se ha centrado en cuáles son los puntos que requieren atención urgente por parte del Gobierno Nacional y los gremios para hacer frente al deterioro que se hace cada vez más evidente, como consecuencia de la persistente desaceleración, que golpea con fuerza a varios renglones de la economía.
Las alarmas en este tema se intensificaron la semana pasada, luego de que el Dane informara que la Tasa de Desocupación laboral para junio se ubicó en 10,3%, un punto porcentual más alta que la observada en junio de 2023. Rompiendo de esta forma la tendencia vista en los meses de abril y mayo, cuando se vieron caídas, aunque con algunas señales de deterioro frente al año pasado y a los promedios de antes de la pandemia.
El Centro de Estudios Económicos Anif se dio a la tarea de revisar estos datos y encontró que hay cuatro señales claras, que demuestran que se está deteriorando la generación de empleo formal, ya no solo en las regiones y sector rural, sino en las grandes ciudades; que no están pudiendo suplir las necesidades de los colombianos que salen a buscar un trabajo siendo las mujeres las más afectadas.
En primer lugar, como ya se dijo, señalaron que el porcentaje de desocupación se elevó al 10,3%, lo que para ellos pone sobre la mesa que los empresarios y hasta el Gobierno, dejaron de producir empleos por un lado, mientras que otros tuvieron que acudir al despido de personal para mantenerse a flote.
“Aunque la participación en el mercado laboral disminuyó, los puestos de trabajo se redujeron en mayor proporción, causando un aumento significativo en el desempleo nacional. Esto implica que, aunque menos personas participan en el mercado laboral, no hay suficientes puestos de trabajo para quienes sí permanecen activos”, indicaron.
En otro apartado mostraron que las 13 principales ciudades del país experimentaron un aumento en la desocupación, lo que para ellos indica que los centros productivos fueron particularmente afectados. Para entender esto mejor, desde Anif señalan que el desempleo en estos territorios pasó de 8,8% en 2023 a un 10,2% en el balance de junio.
Con el fin de explicar mejor las señales de deterioro que tiene el mercado laboral del país en estos momentos, los analistas revisaron las cifras por rama de actividad, encontrando que la convergencia entre la dinámica económica y el mercado laboral es más visible, ya que solo 4 de las 13 ramas presentaron incrementos en el número de ocupados.
Prueba de esto es que las que contribuyeron al crecimiento del empleo en junio de 2024 fueron la industria manufacturera (+153 mil), las comunicaciones (+124 mil) y las actividades inmobiliarias (+77 mil), mientras que las actividades que más contrarrestaron la ocupación fueron la administración pública (-172 mil), la construcción (-129 mil) y las actividades profesionales (-55 mil).
“El aumento de ocupados en ramas como las comunicaciones y las inmobiliarias es una buena noticia en medio del panorama general, ya que son actividades con mayores salarios y niveles de productividad. Asimismo, la industria continúa con la tendencia positiva vista en mayo, lo cual podría ser una primera señal adelantada del sector en términos de dinámica económica”, explicaron.
Para los expertos de Anif, “la contracción en la administración pública resulta alarmante, ya que ha sido la rama que más ha mantenido los niveles de empleo desde el segundo semestre del 2023”, razón por la cual piden que se tomen medidas en este sentido para evitar que se acelere el deterioro.
Entre las señales de que las cosas no van bien en la generación de empleo, estos expertos también se fijaron en la construcción, que para ellos ha venido deteriorándose significativamente desde 2023, “por lo que sus resultados no son una sorpresa”.
“Por posición ocupacional, se destacan el aumento del empleo particular (+49 mil) y la disminución del trabajo por cuenta propia (-185 mil). En términos desestacionalizados, la TD se ubicó en 10,7%, aumentando 0,3 pp frente a mayo de 2024. Esto implica que, quitando el efecto calendario, también hay un deterioro en los niveles de empleo en el país. Así, la cifra de junio se consolida como el primer incremento del indicador desde marzo de 2024”, concluyeron.
Así las cosas y teniendo en cuenta esta dinámica, Anif cerró diciendo que esperan una tasa de desempleo promedio de 10,9% para 2024 y de 10,6% para 2025 y que “esto implicaría una leve mejora en los niveles de empleo en lo que resta del año, sin embargo, ese desempeño está asociado al factor estacional que explica los mejores niveles de ocupación en la segunda mitad del año”.
Actualidad Laboral / Con información de Portafolio