El dicho "quien tiene un amigo, tiene un tesoro" se puede trasladar al plano profesional y podría quedar así: "Quien tiene un contacto, tiene un tesoro". Actualmente, para encontrar un primer empleo, cambiar de trabajo o incluso promocionar dentro de una empresa es casi imprescindible contar con una mínima red de personas influyentes. Eso se consigue haciendo networking, algo que es todo un arte, pues hay que saber tratar con los colegas que pueden contribuir al desarrollo profesional de cada uno. Aquellos que apenas cuenten con experiencia laboral tendrán más dificultades para alcanzar sus objetivos, ya que deben empezar a crear una agenda sostenible prácticamente desde cero.

Puede tratarse de un profesional que está buscando su primer empleo o alguien con más trayectoria que desea dar un cambio radical a su carrera y no tiene contactos en el sector al que desea acceder. Guillem Recolons, socio de Soymimarca, reconoce que este tipo de perfiles han de enfrentarse a ciertos obstáculos, pero recuerda que es más importante ofrecer valor añadido que contar con un gran número de contactos. "¿Por qué los bancos confiaron en Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, cuando empezaba? Porque detrás había una gran propuesta de valor en forma de modelo de negocio", ejemplifica Recolons.

"Los profesionales deben establecer los objetivos de su carrera. Es crucial tener claras las metas para saber qué redes de contactos se tendrán que ir construyendo, por dónde habrá que moverse y qué recursos emplear para lograr dichas redes", explica Genoveva Vera, coach ejecutiva experta en liderazgo.

Estrategia

La estrategia del networking estará marcada por los objetivos de cada uno. En este plan es esencial que las distintas partes aporten conocimientos nuevos, así como seguir una serie de pasos:

"Lo primero es saber qué mapas de contactos se van a tomar como punto de partida", aconseja Alicia Linares Roger, socia de Monday Happy Monday, quien añade que hay que tener en cuenta a personas muy diversas: desde compañeros de estudios hasta profesores, pasando por familiares, conocidos con los que se comparte sector profesional o representantes de empresas e instituciones. Recolons comenta que es importante llevar a cabo una tarea de segmentación. Hoy existe una gran cantidad de información y gracias a las redes sociales se puede tener acceso a cualquiera. Sin embargo, para ser eficaz es necesario estudiar muy bien qué personas pueden ayudarnos a dar el siguiente paso y qué método se va a seguir para llegar a ellas.

Actualmente, las relaciones están marcadas por la inmediatez y el networking de calidad es todo lo contrario. Se debe trabajar por relaciones consistentes, que ayuden a conseguir los objetivos a largo plazo. "Es crucial que el interés sea genuino, mostrarse generoso y ofrecer cosas a cambio, como disponibilidad para impartir un curso o recomendar un artículo interesante sobre el sector en el que se quiere trabajar", explica Jorge Cagigas, socio de Epicteles.

Después de identificar a las personas a las que se quiere llegar, es importante elaborar un discurso coherente. Eso sí, hay que tener cuidado con uno de los errores más comunes entre los principiantes: realizar un abordaje "a puerta fría", es decir, pedir un favor a la primera de cambio. Es mejor ir poco a poco y practicar el denominado discurso del ascensor en el que se dispone de poco tiempo para despertar mucho interés. Los profesionales tienen que presentarse de manera formal, lanzar una propuesta y garantizar que la van a cumplir. El discurso se deberá personalizar y modificar en función de las necesidades de la empresa.

El siguiente paso es determinar cómo llegar a dichos contactos. Se puede hacer, por ejemplo, a través de las redes sociales o acudiendo a eventos específicos del entorno profesional al que se desea pertenecer. En el mundo digital, también es crucial prestar atención a los influencers del sector para estar bien informado, así como unirse a foros online.

A partir de este momento, hay que trabajar por mantener esa red de contactos e ir alimentándola a medida que se crece profesionalmente. Las tarjetas de visita ya no tienen mucho sentido. Es más oportuno realizar un seguimiento digital, así como mostrarse atractivo para generar en el resto de compañeros algún tipo de interés.

Círculos profesionales

  • Socios clave. Son los mentores, los amigos o los compañeros de estudios. Facilitan el camino para llegar al "cliente" final, ya sea un reclutador o un comprador.

  • Conocidos digitales. Son los contactos con los que se interactúa en las redes sociales.

  • Destinatario final. Se trata de personas o empresas que se pueden beneficiar de los servicios que ofrecen los profesionales.

  • Responsables de instituciones. Facilitan datos sobre personas influyentes. Pueden ser las cámaras de comercio o los colegios profesionales.


Actualidad Laboral / Con información de Expansión