El Senado chileno aprobó la noche de este miércoles el proyecto que permite a los ciudadanos, el retiro parcial de sus pensiones e incluyó algunos ajustes a la iniciativa, que deberán ser revisados por la Cámara de Diputados. La iniciativa, a la que se ha opuesto el gobierno, habilita a sacar el 10% de los ahorros en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para contrarrestar el impacto económico en las familias, de la pandemia de coronavirus.
El Senado dio luz verde al retiro con 29 votos, dos tercios, y aprobó algunas modificaciones propuestas: como permitir que las personas puedan ejercer la medida durante un año, que no sean efecto de comisiones o descuentos, entre otras. "Gran triunfo ciudadano y de la democracia en beneficio de, millones de ciudadanos que exigen respuestas concretas", dijo el diputado demócrata cristiano Matías Walker, impulsor del proyecto. El cambio fue ideado por diputados opositores como mecanismo de ayuda económica, a muchas familias afectadas por la merma en sus ingresos o desempleados; a consecuencia de las restricciones impuestas ante la pandemia.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, insistió durante el debate en que la moción era un "mal proyecto", debido a su impacto a las pensiones futuras y el mayor gasto fiscal. Además, destacó que representaría US$1.060 millones de dólares en menores ingresos tributarios, debido a que el retiro sería libre de impuestos.
Las AFP, creadas en la década de 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet, manejan activos por más de US$200.000 millones de dólares, y han sido centro de protestas en los últimos años debido a las bajas pensiones.
Los diputados discutirían los cambios introducidos por el Senado inmediatamente este jueves. Y una vez que el proyecto de ley sea aprobado definitivamente, el presidente Sebastián Piñera puede vetarlo o llevarlo a revisión del Tribunal Constitucional. Pero expertos advierten que debido a lo popular de la iniciativa, un intento de bloquearla podría aumentar el malestar de la población y revivir protestas sociales, como las que impactaron al país desde octubre y hasta la llegada de la pandemia en marzo.
El gobierno defiende que la mejor alternativa son sus planes de rescate, por cerca de un 12% del PIB -producto interno bruto- para ayudar a desempleados, pequeñas empresas, clase media y familias empobrecidas en medio de la emergencia sanitaria.
El mayor productor mundial de cobre suma más de 336.000 contagios y más de 8.700 fallecidos debido a la enfermedad.
Actualidad Laboral / Con información de América economía