10-04-2017
En el siglo XXI, las mujeres son gerentes, empresarias, servidoras públicas y directoras ejecutivas. Estados Unidos es más fuerte gracias a ello. A pesar de estos grandes avances, hay mucho más que hacer para fomentar la prosperidad de las familias estadounidenses.

El martes 4 de abril fue el Día de la Paga Igual en Estados Unidos. Cada año sirve de recordatorio sobre la necesidad de progresar para que todas las mujeres, como todos los hombres, puedan mantener a su familia y a sí mismas.

Desde hace casi cuatro años, Deb Fischer senadora republicana por Nebraska, Estados Unidos, ha encabezado las discusiones sobre la paga igual en el Senado estadounidense. Asegura que le impulsa el interés de la Casa Blanca en abordar los desafíos a los que las mujeres se enfrentan hoy en día. Para ello, volvió a presentar dos propuestas que, en su opinión, harán una diferencia real para las familias: la Ley para Mejorar el Lugar de Trabajo y la Ley para las Familias Fuertes.

La Ley para Mejorar el Lugar de Trabajo tiene como objetivo empoderar a los empleados, particularmente a las mujeres, con información acerca de los salarios para que puedan defender sus ingresos. La ley no impondría regulaciones nuevas a los patrones y ningún patrón estaría obligado a divulgar información sobre salarios. Simplemente previene represalias contra los empleados que pidan información al respecto.

A veces puede ser doloroso hablar de salarios en el trabajo. El temor a las represalias y la cultura del silencio propician que la gente no sepa si su salario se equipara al de sus colegas. La Ley para Mejorar el Lugar de Trabajo sería un paso crucial para erradicar ese temor. Si liberamos la información, podemos generar lugares de trabajo más transparentes.

Aquí entra en juego un principio simple: el conocimiento es poder. Cuando los empleados, particularmente las mujeres, pueden pedir más información sin temor a las represalias, pueden buscar jornadas y salarios más favorables con confianza. Esperemos que las mujeres puedan usar la información que consigan para negociar condiciones laborales que tengan sentido para ellas. Por ejemplo: podrían estar dispuestas a aceptar un salario menor si tienen flexibilidad para acudir a citas médicas, para dedicar tiempo a su familia o simplemente para dedicar un día a sí mismas.

Esta ley está redactada en términos similares a los de un decreto que Barack Obama dictó en 2014. Muchos de los demócratas del Congreso estadounidense la solicitaron y algunos incluso lo aplaudieron.

El Día de la Paga Igual también es una oportunidad para llamar la atención sobre otros asuntos de interés para las familias. El permiso con goce de sueldo es un ejemplo.

Los estadounidenses trabajadores tienen que equilibrar diversas responsabilidades, tanto en casa como en el trabajo. A menudo se sienten presionados en su intento por encontrar ese equilibrio. La Ley para las Familias Fuertes, una propuesta de ley bipartidista que cuenta con el respaldo de Angus King, senador por Maine, exhorta a las empresas a ofrecer permisos con goce de sueldo tanto a hombres como a mujeres.

Aunque esta ley está dirigida a los empleados asalariados, ayudaría particularmente a los empleados que trabajan por hora. Los empleados podrían tomar este permiso por horas, lo que significa que quienes trabajan en esta modalidad podrían hacer cosas como llevar a su madre al médico sin perder la paga de esas horas.

En específico, la Ley para las Familias Fuertes da origen a un crédito fiscal cuyo objetivo es dar un incentivo a las empresas para ofrecer hasta 12 semanas de permiso familiar con goce de sueldo al año. Según un estudio que llevó a cabo recientemente el Pew Research Center, los estadounidenses suelen estar a favor de los permisos con goce de sueldo. En ese mismo estudio se señala que el 87% de los estadounidenses favorecían, mucho o algo, la implementación de créditos fiscales para los patrones que ofrecieran dichos permisos.

Es muy probable que la promoción de estas condiciones flexibles sea de utilidad para los empleados. Muchas veces, las pequeñas empresas o las empresas familiares simplemente no pueden darse el lujo de ofrecer permisos con goce de sueldo a sus empleados. Los créditos fiscales cambian la situación. Según mi ley, el crédito fiscal tendría efecto durante dos años. Después de ese lapso, el Congreso analizaría cuántos patrones están usando el crédito fiscal y qué empleados están pidiendo permisos con goce de sueldo a través de un estudio que se contempla en la propuesta de ley. Con esta información podríamos determinar si este enfoque innovador está siendo útil para las familias.

Cincuenta y tres republicanos y cinco demócratas del Senado respaldaron una versión de la Ley para Mejorar el Lugar de Trabajo en la legislatura anterior. Estas propuestas de ley pueden hacerse realidad con el apoyo de ambos partidos.

Aprovechemos este momento inusual de consenso para mirar a las familias a la cara y decirles que los escuchamos y estamos poniendo manos a la obra.

Actualidad Laboral / Con información de Expansión