Un buen trabajo no es fácil de encontrar, pero una vez que lo haces, lo sabes. Intenta hacer de este la pasión de tu vida y no te limites en tus esfuerzos. ¿Cómo sabes que quieres pasar el resto de tus días dedicado a eso? Aquí unas señales:
1-
Te sientes con ganas, excitado y nervioso el domingo por la tarde o el lunes por la mañana. Reconozcámoslo, a casi nadie le sienta bien un último día de la semana. La pesadumbre se apodera de las personas, a no ser que amen su trabajo.
2-
Tienes flexibilidad para controlar tu vida personal. No te limitas para ir a llevar a tu hijo al colegio, puedes tomarte una copa entre semana o simplemente disfrutas de tus ratos libres.
3-
Sientes que tu jefe te aprecia. Este punto es decisivo, ya que sin él, no podrías funcionar de forma completa. Cuando esto ocurre te sientes reconocido y que tu trabajo llega a la gente. Qué mejor recompensa.
4-
Tienes patrocinadores que te apoyan en tu trabajo. No solo un jefe, sino gente y empresas que apuestan por ti. Si esto ocurre, ni se te ocurra dejar tu trabajo.
5-
Te sientes capacitado para tomar decisiones difíciles si son adecuadas para tu empresa. No temes alzar la voz y actúas de forma libre, además de ser una pieza clave en el engranaje de tu corporativo. ¿Qué más puedes pedir?
6-
No te imaginas haciendo otra cosa. Quizás odies tu puesto en algún que otro momento, pero piénsalo fríamente: ¿te imaginas haciendo otra función? Si la respuesta es no, es que tienes el trabajo perfecto para ti.
¿Tu trabajo actual reúne estas cualidades? Si es así, ¡felicidades! Si no, pues es momento de replantearse si estás en el lugar indicado para ti.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes España