¿Trabajas más de 70 horas a la semana?. Todos sabemos que nadie puede funcionar así por mucho tiempo. Antes de quemarte por completo, pon atención a las siguientes señales que demuestran que necesitas un descanso de tu trabajo. Puede ser complicado separarse de tu trabajo por un día o dos, pero te beneficiará a largo plazo.
Te despiertas sintiendo náuseas o pesadez
“Escucha lo que tu cuerpo te está diciendo”, dice Stephanie Sarkis, médico. “Tu cuerpo es muy bueno en avisar cuando tienes que parar”. Si sigues guardándote tus emociones “puedes sentir síntomas como náuseas, fatiga, dolores y migrañas” de manera frecuente. Especialmente si arrancas operaciones desde temprano. Recuerda que la mente influye en el cuerpo y el estrés crónico del burnout puede hacerte mucho daño”.
Estás cometiendo errores tontos
Al principio puede parecer que estás teniendo un día “súper productivo”, pero de pronto te das cuenta de que has cometido más errores en dos minutos que los que cometerías en un día normal. No significa que seas un mal trabajador. Probablemente solo necesitas un buen descanso. Solo recuerda que aunque en algunas instancias las equivocaciones son simples y se pueden reparar, en otras estos descuidos pueden causarte problemas graves (como un error en contabilidad).
No estás motivado
Investigaciones han encontrado que el burnout y la depresión tienen los mismos síntomas de sentirse “emocional y físicamente drenado, irritado por problemas simples o poco apreciado”. Cuando esto sucede no solo estás dañando tu salud, pero también estás perdiendo la motivación, lo que nunca es bueno para la productividad. Si te pesa salir de la cama por las mañanas y no quieres hacer nada que esté relacionado con el trabajo, es momento de hacer un alto y cambiar de dirección para recargar las baterías y refrescarte. Sin embargo, si el descanso no ayuda, entonces es mejor hacer un cambio más permanente.
No puedes enfocarte
¿Pasas el mayor tiempo de tu día planeando las vacaciones de tus sueños con familiares y amigos, checas cómo están en Facebook y haces el más reciente reto de redes sociales? Todas esas son señales de alerta que demuestran que no estás enfocado en el trabajo y necesitas tomar distancia. Si no, esta falta de concentración puede bajar tu productividad. Por ejemplo, si eres un diseñador freelance que no se concentra en atender las necesidades de sus clientes, ¿crees que te seguirán buscando si no entregas a tiempo o tu obra no es lo que era?
Te estás deteriorando
Ya mencioné los problemas de salud, pero va de nuevo. Debes poner atención a problemas que se pueden volver crónicos como insomnio, mayor presión arterial, migrañas, pérdida o ganado de peso, etcétera. Puede que parezcan problemas menores, pero pueden complicarse en el futuro. Te sorprenderá cuán bien te sentirás tomando aunque sea un día de descanso, comiendo bien y haciendo las cosas que te hacen feliz.
Te ves como un extra de The Walking Dead
¿Tienes bolsas bajo los ojos porque no duermes bien? ¿Estás enojado y vives el día como un zombie sin cerebro? Entonces DEBES tomar un descanso. Descansar, aunque sea por un par de días, puede ser suficiente para romper la rutina diaria.
No te llevas con tus compañeros de trabajo
La persona normal pasa unas 40 horas a la semana trabajando. Eso suma unas 93.600 horas de trabajo en la vida. En otras palabras, el trabajo es una parte importante de quiénes somos. Esto significa que vas a pasar mucho tiempo con tus colegas. Cuando estás consumido por el trabajo, dejas de socializar porque no bajas a comer, no vas a las reuniones y evitas salir con tus compañeros por cansancio. Y eso no es una buena señal. Investigaciones han encontrado que cuando tienes amigos en el trabajo eres más feliz porque tu trabajo es más divertido, disfrutable y satisfactorio.
Dejas de ir a eventos personales
Hay un mundo afuera del trabajo. Es importante que no descuides a tus amigos y familia, así como disfrutar de tus hobbies e intereses. Te ayuda a limpiar tu mente y te hace emocionarte más por lo que haces. Si sientes que la vida te está pasando de largo, entonces necesitas alejarte un rato del trabajo.
Tienes resentimiento contra tu jefe, colegas y el trabajo en general
¿Te quejas constantemente de tus compañeros y colegas o postergas lo que tienes que hacer? Eso es muy común cuando experimentas burnout. Esto puede conducir a problemas mayores, como pelear en la oficina, frustraciones con tus seres queridos y no entregar el trabajo a tiempo. Se vale pedir un par de días y salir de la ciudad. Te sorprenderá notar que, de hecho, no odias a tu jefe, colegas o tu trabajo una vez que tengas una nueva perspectiva.
Tu área de trabajo se llena de basura o está absolutamente impecable
Créelo o no, hay beneficios en tener el escritorio un poco desordenado o algo arreglado. Por ejemplo, las áreas libres pueden inspirar la creatividad, mientras que la limpieza ayuda a la concentración. Esto es porque el escritorio refleja el estado de nuestra mente y la manera en la que acomodamos y procesamos la información. Si no puedes encontrar el tiempo para organizar tu área de trabajo o si de pronto te vuelves obsesivo por su orden, entonces debes tomar un break.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur