El síndrome del 'burnout', un término anglosajón que en español se conoce como desgaste profesional o estar quemado, hace referencia a la cronificación del estrés laboral, el cansancio físico y mental que se prolonga en el tiempo. En muchos casos, estos se incrementan por la falta de desconexión del trabajo diario o la ausencia de herramientas para poder separar la vida profesional de la personal.
Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora en la plataforma online de formación Udemy destaca que "este síndrome es más común de lo que creemos. Hay ciertas características y comportamientos que deben llamar nuestra atención e invitarnos a actuar". La experta explica que existen hasta cinco señales tempranas que pueden advertir de que una persona está sufriendo desgaste o 'burnout'.
Ante este tipo de comportamientos, y con el objetivo de evitar que los profesionales acaben abandonando la empresa, que tenemos que tener en cuenta la necesidad de mantener una comunicación transparente para formar un entorno de trabajo positivo. "Necesitamos crear culturas de trabajo saludables, transparentes y empáticas en las que los trabajadores estén abiertos a contar sus experiencias y que las mismas sean bien recibidas y acompañadas por todos los miembros de la organización", recuerda Mansilla.
Resolución de problemas
Lo más habitual es que el trabajador sienta que algunas cuestiones que antes le resultaban sencillas, e incluso cotidianas, ahora se vuelvan confusas y abrumadoras. E incluso que no sea capaz de resolver estos problemas del mismo modo que lo hacía con anterioridad. Es de vital importancia prestar atención a este factor, ya que se suele mostrar como uno de los primeros síntomas que podría desencadenar padecer 'burnout'.
Agotamiento físico
Traducido en cansancio constante y falta de energía. Con este síntoma, otro de los principales efectos es el cambio de humor y una mayor susceptibilidad hacia temas que antes normalmente le restaríamos importancia. "El 'burnout' significa que nos agotamos mentalmente y llega un punto en el que es muy difícil de disimular. Si notamos cambios de ánimo, personas agotadas, cansadas constantemente, y que les cuesta simplemente conectarse a trabajar, necesitan ayuda cuanto antes para paliar esa situación", explica la experta Cecilia Mansilla.
Reducción de la productividad y efectividad
Las personas que antes se desempeñaban de forma satisfactoria, comienzan a plantear problemas para cumplir las mismas tareas. Por lo tanto, baja su productividad y la calidad de su trabajo. Es muy posible que también tengan trabajo atrasado. En este punto, Mansilla destaca la importancia de la comunicación: "Levantar la mano, hablar con nuestros compañeros, con nuestros amigos y familiares, y especialmente con la persona que lidera nuestro trabajo. Hablar del tema ya nos va a quitar una gran carga de encima. Y este es el primer paso para superar el 'burnout'".
Indiferencia y desapego
Aquellos profesionales que antes disfrutaban de su trabajo, que estaban comprometidas con sus resultados y con la organización, de pronto dejan de estarlo. Pierden interés y motivación en sus responsabilidades laborales. Cabría no confundir este comportamiento con poner límites saludables en el trabajo.
Dificultad para concentrarse
El hecho de estar cansados y estresados también dificulta nuestra capacidad de concentración. Y esto sucede incluso a la hora de enfrentar tareas sencillas y habituales en nuestro puesto de trabajo. Así, el descanso y la detección a tiempo de este agotamiento laboral resulta vital para frenar a tiempo y poder ser resolutivos y eficientes en nuestro puesto de trabajo.
Actualidad Laboral / Con información de La Información