Cuando una persona siente más el impulso de guiar a la gente que de aprender, es un signo de que tiene, al menos, la actitud idónea para dirigir a un equipo o una empresa. De no ser así, la escalada profesional puede verse obstaculizada.

¿Cómo saber si se está preparado para ser jefe? Esta es la pregunta que desde la publicación Forbes se han planteado y, por ello, han creado un listado de cuestiones a través de las cuales se permite identificar los cinco signos que indican que alguien está listo para asumir funciones administrativas y otras cinco que señalan que no lo está.

Se está preparado para ser dirigir cuando…

  • Disfruta compartiendo su conocimiento y las personas le piden consejos o escuchan aquello que tiene que decir.

  • Siente una gran satisfacción al ver a las personas aprender y tener éxito.

  • Mantiene la actitud adecuada, cohesiona los departamentos a su cargo e identifica y resuelve los problemas de manera eficaz.

  • El entusiasmo por el trabajo que se está realizando se contagia a todos los empleados y en su propia persona.

  • Actúa de enlace entre los empleados y la alta dirección y se siente cómodo con ello.


No se está listo para asumir el Rol de manager cuando…

  • Se molesta ante actitudes determinadas de los empleados como llegar tarde, chismorreando o metiendo la pata y preferiría tener otro rol distinto.

  • Le incomoda que las personas desarrollen las tareas de un modo distinto al que lo haría usted.

  • Quiere el poder que un título de supervisor o jefe de equipo le daría.

  • Su elección por el puesto está condicionada por cuestiones económicas y no por el trabajo que se desarrolla.

  • Le gusta hacer las reglas y hacerlas cumplir.


Los puestos de liderazgo tienen mucho más que ver con la madurez y la confianza que con la posición o la disposición de órdenes sobre los procedimientos en el departamento. En definitiva, ser un buen manager tiene mucho más que ver con escuchar que con hablar.

Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento