Este tipo de esquemas que permiten el home office han impulsado el crecimiento de un estilo de trabajo sumamente valorado, principalmente por los jóvenes que hoy buscan opciones de empleo sin sentirse del todo atados a horarios o esquemas de trabajo propios de una empresa: ser freelance.

Aunque parece ser una oferta tentadora para quienes buscan trabajar por cuenta propia, no todo dentro de este esquema resultan ser ventajas. Velia Fabiola Massagué Benítez, asesora de Incubadora Sur de UNITEC comenta: “controlar nuestras actividades puede sonar muy atractivo, pero antes de tomar la decisión de trabajar de forma independiente se deben tomar en cuenta tanto las ventajas como las desventajas que esto ofrece, pasa saber si es realmente lo que queremos y necesitamos”.

Ventajas

  • Eres tu propio jefe. Al no estar bajo un esquema de horarios fijos como los de una empresa, tú eres quien define tus propios tiempos de trabajo.

  • Control de la cantidad de trabajo y de tus ingresos. De acuerdo a tu criterio y a tus tiempos, tú decides cuánto y qué trabajos aceptas. Esto también depende de cuánto deseas generar de ingresos: entre más trabajo, mayores ganancias tendrás.

  • Flexibilidad. “Ser freelancer te brinda la posibilidad de tener un estilo de vida mucho más flexible, ya que al ser tu propio jefe puedes elegir dónde trabajas, cómo lo haces y con quién colaboras”, señaló la asesora.

  • Adquieres más habilidades. No tener un puesto fijo permite que un freelancer pueda trabajar en una variedad amplia de proyectos, lo que hará que incremente sus habilidades en diversos campos y busque mantenerse siempre actualizado.

  • Cotizas tu trabajo según tu experiencia. Muchas veces en las empresas no siempre vemos recompensado nuestro trabajo, pues tenemos un sueldo fijo. Como freelancer lo que ganas es de acuerdo a lo que trabajas, a tus habilidades y a tu experiencia.


Desventajas

  • Ingresos muy variables. Aunque tienes la posibilidad de elegir los trabajos que deseas realizar, no tener un empleo constante, que te ayude a mantener tus ingresos en equilibrio, puede ocasionar cierta incertidumbre laboral.

  • Las ‘prestaciones’ corren por tu cuenta. Si deseas contar con seguro social, gastos médicos, viáticos y hasta días de vacaciones, todo corre por tu cuenta, por lo que debes considerar estos gastos a la hora de trabajar por tu cuenta.

  • Administrar tus finanzas puede ser un dolor de cabeza. Es probable que necesites ayuda de un contador para administrar correctamente tus honorarios, impuestos y declaraciones. Además para dar confiabilidad a tus clientes deberás darte de alta ante la Secretaría de Hacienda.

  • Ser de baja prioridad. “Generalmente para los negocios son prioridad las empresas ya establecidas a la hora de elegir quién realice sus proyectos, por lo que deberás generar una reputación con el tiempo y esfuerzo para que sea más sencillo que más personas te conozcan y reconozcan tu trabajo”, apuntó la especialista.

  • Trabajar en casa puede ser un problema. Buscar el lugar adecuado para trabajar, o acondicionar un área en tu casa suele ser difícil, ya que existen distracciones que pueden desconcentrarte de tu labor.


Actualidad Laboral / Con información de Mundo Ejecutivo