25-08-2014
En relación al anuncio del llamado sistema biométrico, las opiniones no se hacen esperar. Froilán Barrios, secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), comentó que “es un tema algo marginal, en relación a lo que es la crisis de la demanda de la población. No pueden echarle la culpa a los supermercados, ni a las cajas abiertas o cerradas”.

Añadió que los trabajadores se verán afectados, ya que el sistema biométrico, o la tarjeta de identificación, va a ser igualmente de su uso y creará una zona de exclusión en todo el país.

“Lo negativo de este sistema es terminar con una baja en los cupos de alimentos básicos, ya que se empobrecerá la situación tanto del consumidor como la de los trabajadores, que también son consumidores y se verán afectados por la medida”, insistió.

Por su parte, Pablo Castro, miembro ejecutivo de la CTV, señaló que “este sistema no va a favorecer a los trabajadores, por el solo hecho de que el gobierno les imponga las cosas”.

“El problema no es si el sistema beneficia o no el campo laboral. Si en el país hubiese suficiente producción nacional y confianza en los inversionistas, podríamos exportar sin ningún problema”, agregó el ejecutivo de la CTV.

Adicionalmente, hizo referencia a que los trabajadores están pagando las consecuencias debido a que no tienen acceso a los bienes básicos de consumo. Considera que, con la implementación de este sistema, habrá mayor restricción y control de los alimentos.

“A medida que se reactive la producción de los bienes nacionales y se sustituyan los artículos que actualmente se importan por producción nacional, se incrementarán y generarán empleos en los supermercados y establecimientos”, opinó Castro.

Frank Quijada, presidente del Sindicato de Trabajadores de Empresas Polar, hizo constar que, como representante del gremio de los trabajadores y de la Central Socialista de Miranda, apoya esta medida del Gobierno, porque cree que es un medio para poder restablecer los servicios de alimentos en el país.

“Creo que ayudaría a controlar a que las compras sean más equilibradas”, señaló Quijada.

Añadió que esta es una medida que va en favor del pueblo y de los trabajadores, ya que va a resolver el problema del abastecimiento y las compras nerviosas.

“Este sistema va a trabajar en pro de los consumidores y, en ese renglón, entran los trabajadores del país”, acotó el presidente del Sindicato de Trabajadores de Empresas Polar.

Quijada hizo un llamado a los supermercados privados y públicos del país a que mantengan sus horarios de trabajo, sin reducción. “Esto ayudará a promover más empleos, será más gente trabajando”, dijo.

“Estoy seguro de que con la aplicación de este sistema biométrico se logrará llegar a un equilibrio en el abastecimiento”, reafirmó el sindicalista.

Quijada está de acuerdo con el sistema biométrico como mecanismo que, a través de una máquina captahuellas, impide que un consumidor logre comprar muchas veces un producto en un mismo día.

Mecanismo

Para registrarse en el sistema, se toma la huella dactilar del usuario y, en su primera compra, este también debe proceder a completar un cuestionario con sus datos, el cual le permite al Ministerio de Alimentación obtener un mapa socioeconómico de los ciudadanos que acuden a los diferentes establecimientos de las redes de alimentación.

Con el mecanismo se busca saber cuántas personas adquieren productos de la cesta básica, qué tipo de bienes compran y en qué cantidades. Fue por eso que el ministro de Alimentación, Hebert García Plaza, sostuvo reuniones la semana pasada con los representantes de los automercados públicos y privados, con el tema fundamental de establecer mecanismos que garanticen el abastecimiento.

Actualidad Laboral / Con información de El Mundo